EsperarMuestra
¿Alguna vez has deseado haber llegado más lejos en la vida de lo que lo has hecho?
Tal vez estás a un punto donde estás listo para terminar el colegio y graduarte. O tal vez, ya no estás dando tu mayor esfuerzo, tu actitud ha dado un giro para mal.
O quizás sigues tropezando con la misma piedra. Deseas estar más maduro en tu fe y sigues orando y pidiendo a Dios que te ayude en esta área, pero nada parece cambiar. Podrías empezar a sentirte impaciente con Dios o sentir que Él no está realmente ahí para ti.
Hay un millón de situaciones que pueden provocar que nos sintamos de esta manera.
Si bien es increíble mirar hacia adelante y emocionarse con el futuro, hay puntos en los que puede haber descontento o inquietud. Nos impacientamos con nuestras circunstancias actuales.
Abram y Sara estaban envejeciendo y estaban desesperados por tener un hijo. Ellos esperaron por un tiempo pero no se estaban haciendo más jóvenes. Así que tomaron las riendas del asunto.
Sara le dio a Abram su sirvienta, Hagar, para que se acostaran. En resumen, Hagar quedó embarazada y le dio a Abram un hijo, Ismael. Sin embargo, esto no vino sin un precio: se sintieron amargados, heridos y traicionados. Tendrás que leer la historia completa para tener todos los detalles.
Abram y Sara no fueron pacientes en el proceso.
Dios tenía grandes cosas planeadas para ellos. Al final Él les daría un hijo propio, Isaac. Sin embargo, Abram y Sara se impacientaron por las circunstanciasy se adelantaron a Dios.
No te adelantes a Dios. No te enfoques tanto en algún día que te pierdas lo que Dios tiene para ti este día.
Escritura
Acerca de este Plan
Vivimos en una época de comodidad y rapidez. Pareciera que nosotros, como personas, nos estamos volviendo más y más impacientes. ¿Dónde se origina la impaciencia? ¿Cómo luchamos contra ella? Únete con nosotros los siguientes 10 días mientras lo descubrimos.
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