EsperarMuestra
La vida puede volverse muy ajetreada. Cuando las cosas mejoran, el tiempo con Jesús a menudo es lo primero que se pierde en vez de ser nuestro lugar para ir.
Hoy, queremos darte algunos minutos para practicar la soledad.
Prácticamente, la soledad es aislarte y escuchar a Dios. Es estar tranquilo, ser paciente, esperar. En la soledad, le pides a Dios que te hable mientras le das tiempo ininterrumpido para demostrarle tu necesidad de Él y permitirle trabajar en tu corazón.
Alejáte de las distracciones, aquieta tu mente, y usa los próximos 5 o 10 minutos para centrar tu corazón y espera en el Señor.
Pide a Dios que te hable y luego préstale toda tu atención.
Escritura
Acerca de este Plan
Vivimos en una época de comodidad y rapidez. Pareciera que nosotros, como personas, nos estamos volviendo más y más impacientes. ¿Dónde se origina la impaciencia? ¿Cómo luchamos contra ella? Únete con nosotros los siguientes 10 días mientras lo descubrimos.
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