EsperarMuestra
Podrías pensar, ¿no acabo de leer este pasaje hace un par de días?
Sí. Sí lo hiciste.
Siempre es bueno volver a consultar diferentes textos. A medida que leas y releas la Biblia, notarás que las cosas te pueden parecer diferentes. Puede que notes algo hoy que no notaste el otro día. Una palabra o frase diferente puede llamar tu atención.
La última vez que vimos este pasaje, vimos la respuesta de Jairo.
Hoy, echemos un vistazo a Jesús.
A un famoso autor y maestro cristiano, Dallas Willard, se le pidió una vez que describiera a Jesús en una palabra. ¿Su palabra? Relajado.
Piense en eso. Jesús nunca tuvo prisa.
Jesús nunca corrió de un lugar a otro. El pasaje de hoy es un excelente ejemplo.
Jesús iba camino de curar a una niña moribunda, pero eso no le impidió hacer una pausa y tener un momento con una mujer que lo necesitaba. No tenía miedo de reducir la velocidad, incluso cuando parecía inconveniente.
Si bien la paciencia es algo que Dios hace crecer en nosotros, podemos seguir el ejemplo de Jesús y ponernos en situaciones que exijan paciencia. Podemos ponernos en situaciones que requieran que dependamos del poder de Dios para ayudarnos.
Puedes practicar la paciencia.
A continuación, se incluyen algunas ideas sobre cómo practicar la paciencia:
- Elige intencionalmente la fila más larga de la tienda.
- Camina más despacio.
- Conduce en la velocidad límite.
- Pon el teléfono en modo "no molestar" durante un día, para que no sientas que tienes que responder inmediatamente a los mensajes.
Escritura
Acerca de este Plan
Vivimos en una época de comodidad y rapidez. Pareciera que nosotros, como personas, nos estamos volviendo más y más impacientes. ¿Dónde se origina la impaciencia? ¿Cómo luchamos contra ella? Únete con nosotros los siguientes 10 días mientras lo descubrimos.
More