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¿Qué es la disciplina y por qué es importante?

Cuando escuchas la palabra "disciplina", ¿qué pensamientos y sentimientos inmediatos aparecen? Tal vez sea culpa, porque no te ves a ti mismo como una persona disciplinada, pero te gustaría serlo. Tal vez sea miedo, porque estás imaginando el tipo de disciplina que obtienes cuando cometes un error y te enfrentas a las consecuencias. O tal vez sea temer, porque quieres ser disciplinado, pero sabes que requerirá un trabajo duro.

Aquí está la cosa: la mayoría de nosotros queremos el producto de la disciplina sin el dolor de la disciplina. Pero por mucho que queramos, no podemos tener la recompensa sin el proceso.

Sin embargo, hay esperanza.

La disciplina viene de Dios y le da gloria. De hecho, estos dos versículos nos recuerdan que la disciplina y el autocontrol no son algo que nos autofabricamos, sino algo en lo que podemos confiar que el Espíritu nos va a proporcionar:

Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina. 2 Timoteo 1:7 NTV

Pero el Espíritu Santo produce este tipo de fruto en nuestras vidas: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. ... Gálatas 5:22-23 NTV

La palabra griega para autocontrol en Gálatas 5:23 es egkrateia, que significa "templanza: la virtud de alguien que domina sus deseos y pasiones, especialmente sus apetitos sensuales". Con la ayuda de Dios, podemos dominar nuestra mente y elegir lo que más queremos en lugar de lo que queremos en el momento. Y eso es disciplina.

El pastor Craig Groeschel lo dice así: "Las decisiones que tomes hoy determinan las historias que contarás mañana".

La disciplina es una decisión, una decisión de invitar al Espíritu Santo a cambiar nuestros deseos y decidir hacer lo que es mejor sobre lo más fácil.

Y no hay forma de endulzarla: la disciplina no siempre es fácil. Pero siempre vale la pena. No es un ideal difícil de alcanzar exclusivo de un grupo de élite de seguidores de Jesús. La disciplina está disponible para todos nosotros, y es como un músculo. Se vuelve más fácil cuanto más trabajas en ello. Al principio, puede parecer abrumador. Pero no te rindas, aunque la disciplina puede ser dolorosa, tiene un propósito.

De hecho, solo mira lo que dice la Escritura sobre los resultados de la disciplina:

Ninguna disciplina parece agradable en ese momento, sino dolorosa. Más tarde, sin embargo, produce una cosecha de justicia y paz para aquellos que han sido entrenados por ella. Hebreos 12:11 NVI

La disciplina produce una cosecha, y no se producen cosechas sin consistencia a lo largo del tiempo. Así que en los próximos días hablaremos sobre cómo cultivar la disciplina en todas las áreas de nuestras vidas. Y si todavía estás un poco abrumado, no pasa nada. Pide ayuda a Dios para llenarte más de Su poder, amor y autodisciplina.

Desafío: Las decisiones que tomamos hoy dan forma a las historias que contamos mañana. ¿Cómo te sientes actualmente con la historia que estás contando? Si no estás satisfecho con ella, ¿qué es lo que puedes empezar a hacer para cambiarla?