Guía para padres de un recién nacido: Sufrimiento y autocuidadoMuestra
Cuidar de ti es cuidar a tu bebé
El periodo post parto se puede comparar de muchas maneras con un agujero negro. Olvidas qué día es, no recuerdas la última vez que te duchaste y no sales de tu casa en semanas. No me tomes a mal, muchos aspectos de este tiempo son maravillosos. Después de todo, estás cuidando y disfrutando de tu bebé y creando un hermoso vínculo entre ustedes, pero si no tienes cuidado, puede parecer que estás siendo absorbido por una brecha en el tiempo.
Por naturaleza se pensaría que cuidarás de ti misma, pero ¿qué pasa cuando tú estás cuidando de alguien más? Pasé muchos días olvidando desayunar o almorzar cuando Wesley era bebé. Afortunadamente, amigos generosos nos traían la cena o de lo contrario ¡habría olvidado cenar también! Por el temor de dejar al bebé al menos por un momento, dejaba de ducharme hasta que Craig llegaba a casa, pero incluso cuando llegaba, estaba demasiado cansada para levantarme del sofá y mucho menos para pensar en hacer ejercicio o preocuparme por mi cabello.
Las demandas de ser nuevos padres pueden debilitarte al principio. Probablemente nunca en tu vida habías tenido que equilibrar tus propias necesidades con las necesidades de alguien más. Es un desafío saber cómo manejar esto, pero aprender a cuidar de ti misma es algo que tienes que valorar y descubrir. Tus propias necesidades son más importantes para tu bebé de lo que te puedes imaginar porque si no estás saludable tanto en tu cuerpo como en tu mente, tu bebé tampoco lo estará.
Es un hecho: si no has comido, no has tomado una ducha ni has tomado un tiempo al aire libre en un día determinado, naturalmente estarás más irritable y nerviosa. Esos días vendrán inevitablemente, pero establecer expectativas desde ahora será crucial para evitar el agotamiento. Establecer formas de sostenerse mutuamente es una excelente manera de evitar la falta de cuidado personal. ¿Con qué frecuencia quieres asegurarte de tomar una ducha? ¿Cada cuanto debes asegurarte de lavar tus dientes? ¿Y tus comidas? Sé que esto suena infantil, pero cuando llegue el tiempo, será de mucha ayuda para hacerse responsables de la vida que juntos vais a vivir, ¡incluso si se trata de la higiene personal!
Tú y tu cónyuge verdaderamente necesitarán cuidarse en estos aspectos. Como lo decíamos antes, puedes sugerirle a tu cónyuge "Oye, amor, ¿por qué no me dejas al bebé un rato y dedicas un tiempo para ti?" Puedo decir honestamente que ¡no hay mayor regalo de amor que esas palabras! Si notas que tu cónyuge está pasando por un mal momento, pregúntale si le gustaría ir contigo a dar un paseo con el cochecito. Luchen por el bienestar mutuo y todos estarán más felices y saludables.
Vendrán nuevas normalidades. Recordad ser pacientes entre vosotros. Esta temporada es corta pero los días son largos y se requiere de mucha paciencia en el proceso. Disfrútenlo mientras dure porque esos dulces días se habrán ido antes de que se den cuenta. Su vida está cambiando para bien y esta nueva realidad será algo increíble y que después no podrás imaginar no tener.
Escritura
Acerca de este Plan
Tener un bebé lo cambia todo. Es como si esta nueva vida se convirtiera en un nuevo centro de gravedad, atrayendo al resto de tu mundo dentro de su órbita. Es difícil saber cómo estar preparado para algo tan desconocido como tener un recién nacido. Prepárate espiritualmente y de manera práctica para disfrutar profundamente de una de las etapas más difíciles y hermosas de tu vida.
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