Matrimonio, el ingrediente secreto

Sabía que amaba a Craig antes de que tuviéramos hijos, pero nunca podría haber imaginado lo mucho que podría amarlo y sentirme en conexión con él después de tenerlos. Ver a tu cónyuge convertirse en madre o padre es la cosa más dulce del mundo. No sólo eso, sino que te ayudó a dar el mejor regalo que jamás recibirás.

Tener hijos sacará a relucir cosas en ambos que probablemente no hayan visto antes. Aunque es la bendición más dulce y la más divertida que tendréis, también va a ser el cambio de paradigma más tenso que probablemente hayáis experimentado como matrimonio. Tener un hijo lo cambia todo. Fortalecerá y mejorará todas las formas en las que se aman y sirven, pero también expondrá y magnificará todos los rincones egoístas de sus corazones. Mantener su matrimonio en el primer lugar de sus prioridades y atención es el ingrediente secreto de una familia feliz y saludable. 

Si bien ambos estarán completamente enfocados en las necesidades de este pequeño ser, habrá momentos en los que ambos se sentirán ignorados por el otro. Están añadiendo a otra persona a la ecuación y resulta que esta personita necesita que absolutamente todo sea hecho por ellos. Hay un gran cambio que ocurre cuando dos se convierten en tres, o tres se convierten en cuatro, cuando tu familia se expande maravillosamente. A pesar de que la vida parezca drásticamente diferente, no pueden descuidar a los dos que iniciaron este viaje juntos.

Todos sabemos que el estar pendiente el uno del otro es crucial para un matrimonio saludable. Como pareja, ahora tendrán que crear una nueva normalidad. La vida literalmente no volverá a ser la misma de antes. Si antes se brindaban toda su atención mutuamente, ahora esta personita tomará una gran cantidad de su capacidad y cuidado. Juntos, deben crear una nueva normalidad para estar pendientes el uno del otro, incluso en medio de la vida con hijos y en especial con un recién nacido. 

Su matrimonio va a florecer y cambiar de forma sorprendente durante el próximo año. El saber que estos cambios ocurrirán y discutirlos con tiempo ayudará a que las cosas sean más sencillas. Con Cristo en el centro de su matrimonio, juntos se mantendrán fuertes y listos para enfrentar los retos. "El cordón de tres hilos no se rompe fácilmente" (Eclesiastés 4:12). 

Ahora es un buen momento para volver a comprometerse en servir, cuidar, honrar y perdonarse mutuamente. En la crianza de los hijos, el trabajo en equipo hace que realmente el sueño funcione. Luchar por el otro y asegurarse que tiene todo lo que necesita garantiza que sus propias necesidades estén cubiertas. Vosotros dos estáis en el mismo equipo, no importa lo duras que puedan ser las cosas. Sigan invirtiendo, sigan amando y sobre todo, mantengan a Cristo y su gran ejemplo de amor justo en el centro de sus vidas.