Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadMuestra

Algunos días el mundo no se siente tranquilo y brillante. Se siente como si estuviera a punto de estallar. Todo simplemente duele y no podemos encontrar las respuestas al por qué. 

Miramos a nuestro alrededor para ver si hay algo que pueda arreglarlo o dar respuestas al quebrantamiento que sentimos. Dejamos de lado las preguntas porque tenemos miedo de no encontrar lo que buscamos, pero todo se queda corto. Nada satisface.

El salmista David a menudo sentía lo mismo. En el Salmo 3, escribe acerca de estar rodeado de sus enemigos, cada uno de los cuales intentaba convencerlo de que Dios lo había abandonado. Pero David habla verdad a estas mentiras:

“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza”. – Salmo 3:3

La confianza de David nos enseña algo valioso acerca de nuestro Dios. Él es Emanuel, Dios con nosotros.

Dios con nosotros en la pena, el dolor y el cuestionamiento.

Dios con nosotros cuando no podemos cantar los coros de adoración.

Dios con nosotros cuando todo duele demasiado y no nos queda nada para dar.

No es a pesar de sino por nuestro dolor y sufrimiento que celebramos esta temporada navideña, porque servimos a un Dios que conoce el dolor, un Dios que viene a restaurar todas las cosas, un Dios que nos invita a llevar nuestra pesadez y dolor y ponerlo a sus pies.

Kauany de Brasil ha dominado lo que significa levantar la cabeza solo a Cristo en medio de la lucha. Desde que tenía solo siete años, los médicos encontraron quistes cancerosos que siguieron apareciendo durante años en los ovarios, la columna, los pulmones y los senos de Kauany. Aunque todo a su alrededor estaba en espiral, Kauany mantuvo su mente fija en Cristo.

“Realmente no entendía por qué Dios permitió que me enfermara”, dice Kauany, “pero sabía que Él era bueno y creía que me ayudaría a vivir una buena vida, sin importar cuántas décadas iba a vivir”. 

A medida que pasaban los años, Kauany continuó manteniendo la cabeza en alto a través de los altibajos de los tratamientos con su familia y el centro Compassion a su lado. En 2018, recibió una noticia que le cambió la vida. ¡Estaba completamente libre de cáncer! 

Mantengamos nuestra cabeza elevada hacia Él en toda circunstancia. Él es fiel para contener nuestros miedos y hacer mucho más de lo que podríamos pedir o imaginar.

Ora: 

Jesús, a veces el dolor de mis circunstancias y el peso del mundo que me rodea me dificultan ver la verdad. A veces es difícil mantener la cabeza erguida para mirar tu rostro y no el desorden que me rodea. Recuérdame que eres mi ayuda siempre presente. Oro para que me recuerdes diariamente que tu yugo es fácil y tu carga ligera. 

Amén.