Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadMuestra

La oración es la postura a la que Dios nos invita cuando sentimos que nuestro mundo se cierra sobre nosotros. Cuando nos sentimos agobiados por las realidades rotas con las que nos sentamos. 

La belleza de la oración es que el Espíritu Santo promete interceder por nosotros incluso cuando no podemos encontrar las palabras que decir. 

Jesús nos invita a tomar nuestras cargas pesadas y ponerlas a sus pies. Puede que nos resulte difícil hacerlo, o es posible que todavía sintamos ansiedad cuando le entregamos nuestras preocupaciones a Él, pero Él promete asumir nuestra carga sin importar cuán grande sea. 

Jesús nos invita a encontrar descanso en su soberanía. Esa es la belleza del regalo del niño en el pesebre. Él es Emanuel: Dios  con nosotros. 

Oremos.

Jesús, vengo a Ti reconociendo que esta época del año puede ser desafiante. Reconozco que algunos días no siento la alegría y la gloriosa expectativa de tu venida. Algunos días me siento abrumado por el año que ha pasado. 

Las pérdidas, el dolor, la confusión, la incertidumbre, pero sé, Señor, que puedo sostener la tensión de tu bondad y la pesadez de este mundo sin perder la fe. 

Sé que, incluso cuando no tiene sentido, sigues siendo bueno. Oro para que, mientras me preparo para la celebración de tu venida, esté lleno de paz y anticipación. Tú eres el Gran Rey que lleva todas las cargas, el Gran Rey que levanta mi cabeza a los cielos y levanta mis pies del lodo cenagoso. 

Amén.