Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadMuestra

Se acerca la Navidad y, con ella, las compras, las listas y las reuniones familiares y, de alguna manera, más adornos saliendo del almacén de los que guardamos el año pasado.

Intentamos encontrar un hueco en el calendario para celebrar una Navidad más. Los anuncios que nos rodean nos gritan que necesitamos lo mejor, lo más grande, lo último y lo mejor de esta temporada. Nos sentimos abrumados.

No tardamos en preguntarnos desesperadamente: ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos?

Queremos verlo. Deseamos que todas las decoraciones, las compras, el materialismo y el bullicio pudieran llevarnos al pesebre. Pero resulta que la Navidad blanca y brillante que compramos cada año no refleja realmente el acontecimiento que tuvo lugar en un establo aquella primera Navidad.

Puede ser muy fácil olvidar que esta temporada se trata de adorar a Jesús tal y como lo hicieron los Magos con tanta determinación hace tantos años. A pesar de la política, la avaricia y las riquezas materiales que los rodeaban, fijaron sus ojos en una cosa: ir a adorarlo.

¿Qué pasaría si comenzáramos este tiempo de Adviento fijando en Cristo nuestra mirada de adoración? 

Bea, una adolescente filipina patrocinada por Compassion, ha visto lo que puede suceder cuando pone a Jesús en el centro de su vida, fijando sus ojos en Él. A pesar de que su familia está destrozada y su padre está en prisión, ella tiene esperanza:

“Jesús es el pegamento que mantiene unida a nuestra familia. Si Dios no fuera el centro de nuestra familia, con nuestro padre en prisión, no se sabe qué clase de persona sería ahora”. – Bea

La postura de adoración de Bea, con los ojos elevados y fijos en Cristo, es una hermosa imagen de cómo podemos entrar en esta temporada. Hay muchas cosas que compiten por nuestra atención. Es fácil distraerse de Cristo, quien es la pieza central de esta temporada y la razón por la que damos regalos, organizamos fiestas y nos reunimos como familia.

Él es digno de nuestra alabanza y atención. Vengamos y adorémosle.

Ora: 

Jesús, en esta temporada que puede ser ajetreada y distractora, con familia que ver, comidas que hacer y listas que completar, ayúdame a fijar mis ojos en adoración a Ti. Tú eres el protagonista de esta temporada. Hemos venido a adorarte. 

Amén.