Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadMuestra

La oración es un misterio para muchas personas. 

Es también una lucha para muchos, especialmente en este mundo acelerado y apurado. Tiempo para conversar tranquilamente con Dios parece estar escaso, y cuando finalmente tenemos tiempo, parece imposible concentrarnos con la avalancha de pensamientos que pasan constantamente por nuestras mentes. 

Trata de calmar tu mente incluso en estos momentos. ¿Cuántas cosas simplemente zumban en el fondo de tu vida?

La oración es una parte muy importante de nuestra formación espiritual. 

La oración no se trata de decir lo correcto o de elaborar palabras hermosas y perfectas. La oración es invertir en nuestra relación con Dios y dejar que nos forme.

Si dejamos que la oración se convierta en una práctica regular, puede comenzar a transformarnos en personas menos apuradas, más enfocadas, personas cuyos ojos siempre están fijados en Cristo.

Oremos.

Jesús, confieso que a menudo suceden demasiadas cosas a mi alrededor, que me distraen de la vida abundante que Tú me ofreces a mí y a todos los tuyos. En este tiempo, guíame hacia la humilde sencillez que marcó Tu nacimiento, la primera Navidad. Dame ojos para ver las maneras en que puedo simplificar mi vida; para que pueda fijar más intencionadamente mis ojos en Ti y en todo lo que tienes para mí.

Jesús, quiero tener la postura de los Magos. Quiero tener mi corazón abierto para Ti. Quiero recordar adorarte porque eres bueno y porque veniste a estar con nosotros como un bebé humano para mostrarnos Amor. Quiero darte lo mejor de mí y quiero estar abierto a los nuevos caminos en los que Tú me estás guiando. 

Gracias por esta temporada y las formas que recuerdan que debo ir sin apuros y fijar mis ojos en Ti, Jesús. 

Amén.