Creando una mejor normalidadMuestra

Una mentalidad de abundancia 

Muchos nos ponemos nerviosos e incómodos cuando se toca el tema del dinero. ¿Y si no tuviéramos que hacerlo? ¿Y si pudiéramos crear una nueva normalidad para nuestras finanzas? El dinero es una de las grandes herramientas que Dios usa para acrecentar nuestra fe y confianza en Él. Por tanto, el dinero no es un tema para evadir sino una herramienta que debemos aceptar. 

El dinero en sí es solo un recurso. Pero nuestra actitud acerca del dinero es la que hace toda la diferencia. A veces nos tentamos, especialmente durante una crisis, a buscar seguridad en el dinero. Creemos que necesitamos un fondo de emergencia o acumular provisiones durante meses. Pero ningún monto en el banco o víveres en nuestra despensa pueden quitarnos el miedo o darnos paz. Solo Jesús puede hacerlo 

Como cristianos, no deberíamos acumular recursos sino compartirlos generosamente. No lo entiendas mal, es importante ser un buen administrador de los recursos y debemos gastarlos o ahorrarlos con prudencia. No ponemos nuestra confianza en el dinero. La ponemos plenamente en Dios sabiendo que Él es nuestro Proveedor fundamental.

Preocuparnos que se termine o que no alcance, es tener una mentalidad de escasez. Como seguidores de Jesús, estamos llamados a tener una mentalidad de abundancia. Observa lo que las Escrituras dicen al respecto: 

Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria. Proverbios 11:24 RVR95 

Si nos enfocamos en lo que nos falta, siempre querremos más y nunca estaremos satisfechos. Cuando nos enfocamos en lo que tenemos, nos damos cuenta de que tenemos más de lo necesario. No nos tentemos por controlar nuestras finanzas. Al contrario, reconozcamos que servimos a un Dios que cuida de nosotros. 

Ora: Dios, a veces me siento tentado de poner mi seguridad en mis finanzas. Perdóname por hacerlo. Ayúdame a confiar plenamente en ti como mi Proveedor. Dame sabiduría para administrar los recursos que me das y muéstrame oportunidades de ser generoso con otros. Confío en ti. En el nombre de Jesús, amén. 

Desafío: Considera estas preguntas: ¿La manera en que piensas sobre el dinero, es de escasez o de abundancia? ¿Tu presupuesto lo refleja así? Habla de esto con amigos de confianza.