Creando una mejor normalidadMuestra

Se requiere descanso  

La mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a estar estresados, demasiado comprometidos y ocupados. El descanso parece ser un síntoma de debilidad o falta de responsabilidad. Pero el descanso no es una recompensa, es una necesidad.

Después de crear el mundo en seis días, Dios descansó el séptimo día y lo llamó santo. La humanidad fue creada el sexto día y lo primero que Adán tuvo que hacer fue descansar. Adán no tuvo que ganarse ese descanso. No había hecho nada. Pero es así como Dios actúa. 

Es tentador creer que necesitamos hacer cosas para Dios. En realidad, lo mejor que podemos hacer es sólo estar con Dios. A veces lo entendemos mal. A Dios le importa más lo que somos que lo que hacemos. 

Esto no significa que no hagamos nada. Dios nos creó para trabajar. El trabajo no es un enemigo. Es una de las buenas cosas que Dios diseñó para nosotros. Pero si nos enfocamos en el trabajo sin el descanso, no es completo. Igualmente, si sólo descansamos sin trabajar, no estamos aprovechando gran parte del plan de Dios para nosotros. 

Lo que generalmente nos da problemas es pensar que lo que hacemos es lo que somos. Piénsalo. Al conocer a alguien, ¿qué es lo que le dices de ti? Nos presentamos dando nuestros nombres y lo que hacemos para vivir. Pero el trabajo no nos define, y el descanso no es algo que tenemos que conseguir. 

A menudo ignoramos el descanso porque creemos que todo depende de nosotros. Pero el descanso es un reinicio que nos recuerda que nosotros dependemos de Dios, Él está en control, y en Él se puede confiar. 

Dejemos de ignorar el descanso creyendo que nos hace débiles. Más bien aceptémoslo como el regalo que es. Mejora nuestro rendimiento. Fortalece nuestra fe. Ayuda a confiar más en Dios. Porque el descanso no nos da permiso para no hacer nada. El descanso es reconocer que Dios tiene permiso para hacer todo. 

Ora: Dios, gracias por el regalo del trabajo y del descanso, ayúdame a honrarlos por igual. Padre, haz crecer mi fe y confianza en Ti, ayúdame a rendirte todo el control, En el nombre de Jesús, amén. 

Desafío: Toma un Sabbat —un día libre— esta semana. Considera anotar lo que Dios te muestra y cuéntales cómo te fue a tus amigos de confianza.