La Iglesia fortalecidaMuestra

Cuidar a los vulnerables es una acción que Cristo hizo a lo largo de Su ministerio, y lo tomó muy seriamente. Como Sus seguidores, tomar la responsabilidad de los vulnerables recae sobre nosotros ahora.

Muchos creyentes pueden preguntarse, "¿con tanta incertidumbre en el mundo, cómo es esta responsabilidad posible para mí?"

La respuesta es simple: mira a Jesús como tu ejemplo. Como se ve en pasaje de lectura, Cristo estaba dispuesto a posponer Sus planes para cumplir los del Padre. Nosotros también debemos estar dispuestos a dar lugar a los planes de Dios, permitiéndoles tener prioridad.

Debemos estar preparados y listos para servir como la sal y luz del mundo sin importar nuestras circunstancias actuales. Jesús no esperó por un ambiente religioso o controlado para tomar acción; Él actuó cuando Él vio una necesidad. Para nosotros, durante este tiempo, puede significar que la congregación de nuestra iglesia no se esté reuniendo en un edificio. Pero aun trabajamos como la iglesia, satisfaciendo las necesidades de la comunidad.

Reconocer la injusticia de nuestro mundo es una cosa, pero darse cuenta que hemos sido llamados a hacer algo al respecto y tomar medidas es otra. Puede haber oposición y puede ser un poco incomodo, pero, debemos buscar la justicia Bíblica de todas maneras.

Dios no te pide que tengas todo resuelto. El solo te pide que inclines tu espíritu hacia El. Un espíritu y corazón inclinado vienen a través de cuidar a los vulnerables y hacer frente a la injusticia. Viene a través de la voluntad de utilizar los recursos que tienes. Tal vez parece dar financieramente, pero es no es todo. Todo lo que tenemos puede ser usado como recurso para el reino de Dios. Estos recursos incluyen lo tangible e intangible - nuestro tiempo, energía, posesiones, talentos, oraciones y dinero.

El reino de Dios es lo que nos une a todos, sin importar nuestra demografía personal. El llama a cada uno de nosotros a cuidar a nuestros hermanos y hermanas, cerca y lejos. Nuestra respuesta como el reino debe ser esta: ¡actuar dondequiera que estemos, con los recursos que tengamos, sin importar lo que se necesite!

Esperamos que al leer este recurso, hayas podido encontrar al Espíritu Santo y te hayas sentido inspirado a comprometerte en alegre obediencia al mandato de Dios de amarlo con todo tu corazón, alma y fuerzas, y amar a tu prójimo como a ti mismo.

Te invitamos a continuar este viaje de servir a los vulnerables con compasión, persiguiendo la justicia y la paz, y cuidando la creación de Dios. Visitawww.tearfundusa.org