Sentado en el duelo: Un viaje devocional hacia la recuperaciónMuestra
Día 3 - Lidiando con otros
Después de que perdiésemos a nuestro hijo, mi esposa necesitaba tiempo para sanar físicamente de la cesárea de emergencia, y ambos necesitábamos tiempo para sanar emocionalmente. Estábamos viviendo en un pequeño pueblo en ese momento donde todos se conocían entre sí. En nuestra primera salida, una familia que estaba a nuestro lado pensó que, por alguna razón, era una buena idea empezar a tener una discusión teológica sobre si nuestro hijo ardía en el infierno o no porque no estaba bautizado antes de morir.
Esperamos que nadie te haya dicho algo tan doloroso, pero hay posibilidades de que escuchases o vayas a escuchar algunas cosas de personas que no serán de mucha ayuda durante tu proceso de duelo.
Un conocido nuestro, al escuchar las malas noticias sobre nuestro hijo dijo, "Bueno, pensad en toda la diversión que tendréis intentándolo de nuevo". Este es un hombre que de verdad se preocupa por nostros, pero no mentiré, de verdad quería darle un golpe en la cara en ese momento.
Puede que escuches cosas como, "el cielo necesitaba otro ángel" que podría hacerte querer perder la cabeza. Aunque puede ser difícil, intenta recordar que se trata de personas que probablemente te quieren y se preocupan mucho por ti, pero que, sinceramente, no saben qué decir cuando alguien está sufriendo tanto. Es tentador vivir dentro de esa rabia que sientes porque lo más probable es que estés enfadado porque tu ser querido se ha ido y tener a alguien con quien descargar esa rabia puede ser atractivo para tu subconsciente.
Otra cosa para la que nadie me preparó era lo rápido en que podía vacilar entre "quiero a la comidad aquí conmigo" y "necesito estar solo ahora mismo, por favor, alejaros". En los primeros días de duelo, es perfectamente normal cambiar de un lado a otro entre estos extremos. Varias veces al día.
Aunque osciles entre los extremos tantas veces que te sientas verdaderamente horrible por la gente que te rodea, recuerda que nunca eres demasiado para Cristo. Dios nunca te abandonará.
Escritura
Acerca de este Plan
Dolor. Pena. Ansiedad. Enojo. Alivio. Entumecimiento. Miedo. Alegría. Las emociones que sentimos cuando pasamos por el proceso de duelo son muchas. En este viaje devocional de cinco días, exploraremos algunas de las prácticas diarias envueltas en el proceso de duelo, todo mientras nos ayuda a ver a Dios tan presente en un tiempo en el que no es tan fácil verlo y sentirlo.
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