Duelo con esperanza Muestra
Cuando la sanación llega
Lloraremos y creceremos cada día. Eso es lo que hace el duelo. Algunos días, incluso, podemos sentir que nos asfixia. Otros días, el dolor nos levanta ligeramente mientras recordamos pacíficamente nuestra pérdida.
A veces, Jesús nos sanará completamente mientras estemos en la tierra. Otras veces, la verdadera sanación sólo llegará cuando finalmente estamos en la presencia de Jesús después de habernos unido a Él en el cielo. Independientemente de cuando llegue nuestra sanación completa, podemos empezar a sanar en el aquí y ahora. Pero, ¿en qué medida? Como se mencionó en el día 2, el procesamiento de nuestro dolor trae consigo el progreso. La profundidad y la velocidad de nuestra curación dependen realmente de lo bien que procesemos nuestro dolor mientras confiamos en Dios y permitimos que Su Espíritu nos ayude.
Entonces, ¿cómo sabes cuándo has sanado? Aquí hay algunas indicaciones de que la sanación ha comenzado a ocurrir en tu vida.
Una señal de que estás sanando es que el recuerdo de la pérdida ya no destruye tu día. Ves algo que te recuerda la pérdida y no te causa un dolor intenso. Lo que antes arruinaba todo tu día puede que sólo te afecte durante unas horas o minutos. En algunas situaciones, cuando la pérdida era más extrema, el dolor que sientes ahora es un dolor sordo y no una sensación punzante. En otras ocasiones, puede que incluso se convierta en una información objetiva para ti y no conjure una respuesta emocional. En resumen, tu tiempo de recuperación del recordatorio se ha acortado.
Otro signo de que estás sanando es cuando puedes empezar a ver lo que Dios ha hecho en y a través de ti a causa de esta pérdida. Esto no significa que quieras volver a soportar esto o que no quieras que la persona vuelva a vivir, sólo significa que ves cómo Dios ha empezado a obrar todas las cosas para Su bien. Incluso en el dolor miserable, horrible y que te quita la vida que has soportado, puedes ver cómo te estás convirtiendo en una mejor versión de ti mismo.
Una última señal que muestra que estás sanando es cuando tus preguntas de por qué se convierten en preguntas de cómo. En lugar de preguntar: “¿Por qué dejaste que esto sucediera?” a Dios, comenzarás a preguntar: “¿Cómo vas a usar esto?” El cambio mental y espiritual ocurre cuando reconocemos que el consuelo que Él nos ha dado puede y debe ser usado para consolar a otro.
Una de las cosas más difíciles del duelo es que creerás que has avanzado mucho en tu sanación, pero luego te acordarás del sueño que no ocurrió o del ser querido al que ya no ves. Esto genera más dolor porque sientes que estás peor que antes. No lo estás. Lo que esto significa es que tu viaje de curación se detuvo por un minuto. Puede que incluso hayas dado unos pasos atrás. Cuando esto ocurra, detente y permítete lamentarte de nuevo. Y luego permítete mirar hacia atrás y ver el progreso que has hecho. Cada vez que aceptas la pérdida y la sientes, te diriges hacia la sanación.
Acerca de este Plan
El dolor es una experiencia humana y nadie es inmune a ella. Nos entristece perder seres queridos o ver que nuestros sueños no se cumplen. El dolor puede llamar a la puerta en cualquier momento, y casi siempre llega cuando menos nos lo esperamos. Vamos a abordar este tema profundizando en qué es el dolor y aprendiendo a procesar los diferentes tipos por los que podemos pasar. Únete al plan de 5 días para aprender a afrontar el dolor de forma sana.
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