Duelo con esperanza Muestra

Proceso antes del progreso 

El duelo se inicia con un fuerte dolor cuando nos damos cuenta de lo que se ha perdido. Pero también aparece cuando durante el día recordamos la pérdida. Puede aparecer de repente y, sin darnos cuenta, estamos llorando, llenos de frustración y sin esperanza. No nos gusta sufrir, pero si queremos progresar en nuestro duelo, tenemos que procesar a través de nuestro dolor, proceso antes del progreso. 

No lo ignores
La única manera de superar el dolor es atravesarlo. Afrontar el dolor literalmente es increíblemente difícil. No podemos someternos al dolor o dejar que nos ahogue. Afrontar nuestro dolor significa que nos afligimos cuando lo necesitamos. No lo ignoramos, sino que dejamos de hacer lo que estamos haciendo y nos afligimos. Puede ser a través de lágrimas o gritos. Sea como sea que procesemos nuestro dolor, así es como lo procesamos. 

No lo compares
Hay diferentes tipos de duelo, y según la mayoría de los expertos, el duelo tiene varias etapas. Es posible que no pases por todas ellas o incluso en el mismo orden o al mismo tiempo. De hecho, puede que pases por una de ellas, la superes y vuelvas a ella más tarde. La cuestión no es que pases por las etapas según un plan, sino que entiendas que no hay un proceso de duelo “único”. Tu dolor y tus experiencias son personales. 

Puede que no sea tu propio duelo el que estes procesando, sino que estes viendo a otra persona en el suyo. Y no te gusta. Haces o dices cosas intentando evitar que recuerde su pérdida. Si bien hay un momento para ayudar a los demás para que no estén constantemente sentados en su dolor, no podemos apresurarlos a través del dolor porque nos incomode verlos. Pensemos en sus necesidades, no en lo incómodo de la situación. Quizá simplemente nos sentemos con ellos mientras lloran o les cubramos una necesidad que ellos no pueden suplir. Sea lo que sea, tengámoslos en cuenta y hagamos lo posible por permanecer más que nada en silencio.

Es difícil ver el progreso del duelo. En los primeros días, parece que nos ahogamos y no avanzamos, pero lo hacemos. Llorar nuestra pérdida en realidad requiere un esfuerzo de nuestra parte para llegar al final del camino del duelo. No te desanimes.