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¿Adivina quién viene a cenar?
Por S. George Thomas
Nacida y criada en un hogar cristiano, Micah pasó la mayor parte de su vida involucrada en su iglesia hasta que se mudó fuera de casa a los 18 años. Durante los siguientes siete años, se alejó de la iglesia porque no pudo encontrar una donde se sintiera como en casa. Poco después de cumplir los 25 años, Micah vivió algunas situaciones que causaron que se diera cuenta que necesitaba un cambio radical en su vida y su hambre por Dios comenzó a intensificarse.
Visitó muchas iglesias cerca de donde vivía, pero se sentía aislada y sola cuando estaba allí. Un domingo por la mañana, Micha decidó ir a Gateway—una iglesia local que algunos de sus amigos recomendaron. Llegó unos 25 minutos antes de que comenzara el servicio, y notó que, a diferencia de muchas iglesias que habia visitado antes, los personas que daban la bienvenida en la entrada la vieron a los ojos y la hicieron sentir bienvenida y como en casa inmediatamente. Micah encontró un lugar adelante y esperó pacientemente a que comenzara el servicio. Mike y Karen Maddox, junto con sus tres niños se sentaron a su lado y pronto comenzaron a conversar con ella.
El servicio comenzó y Micah se encontró cautivada y atenta por la alabanza y el mensaje. Cuando la invitación vino al final, Micha se levantó de su asiento, caminó al frente y esperó a que alguien orara con ella. Para su sorpresa, Karen Maddox también pasó al frente y le pidió que orara con ella. Después de que terminaron de orar, Karen se volvió a Micah y preguntó “Si no tienes planes para después ¿por qué no vienes a comer con nosotros a nuestra casa?” Micah aceptó con gusto la oferta y fue a comer a la casa de los Maddox. Mike y Karen hicieron sentir a Micah como parte de su familia. Ese día comenzó una relación que ha impactado su vida continuamente.
Aunque le gustó el servicio y su tiempo con la familia Maddox, Micah no volvió a la iglesia hasta que perdió su trabajo nueve meses despés. Esa experiencia sacudió su mundo, y Micah se dió cuenta que solo Dios podía ayudarla. El siguiente domingo, volvió a la iglesia donde había conocido a los Maddox. En ese servicio, Micah tomó la decisión de entregar el control de su vida a Dios y depender únicamente de Él.
Micah se convirtío rápidamente en un miembro de Gateway y se unió a un grupo pequeño en casa de los Maddox. El grupo oraba por la situación laboral de Micah y pronto encontró un trabajo como diseñadora gráfica en la iglesia. Después de recibir el ejemplo de la bondad y hospitalidad de los Maddox, Micah ha habierto su propio hogar para ser la anfitriona de un grupo para mujeres solteras … todo por la sensibilidad a la guía del Espíritu Santo de una familia de extender una invitación a comer a una chica.
La Biblia nos cuenta la historia de otra persona cuya vida fue transformada por una invitación a cenar. Zaqueo era el jefe de los recolectores de impuestos de la ciudad de Jericó—algo como un empleado de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Él era notoriamente famoso por estafar a las personas y amasar una fortuna por cobrar más impuestos de los debidos. Como el hombre más corrupto del puebo, era un hombre excluido tanto social como religiosamente, y las personas lo odiaban.
Cuando Zaqueo supo que Jesús había llegado a Jericó, su curiosidad lo venció y decidió ir a ver por qué tanto alboroto. Por ser un hombre de baja esttura, no podía ver por sobre el grupo de gente que estaba alrededor de Jesús. Pero Zaqueo no había llegado hasta donde estaba sin ser ingenioso. Buscó a su alreadedor y vio un árbol sicomoro con ramas bajas que eran ideales para subirse. Rápidamente escaló el árbol, para tener una vista privilegiada de Jesús cuando pasara cerca.
Cuando Jesús pasó por allí, vio hacia arriba a Zaqueo sentado en una rama del árbol. Como no tenía una casa propia, Jesús se invitó a Sí mismo a cenar a la casa de Zaqueo. La Biblia dice que Zaqueo “descendió aprisa, y le recibió gozoso.” así que es obvio que las personas realmente disfrutaban de estar cerca de Jesús. Él nunca juzgó religiosamente ni condenó a las personas ni las despreció, excepot los que eran legalistas, hipócritas y críticos. De hecho, fueron los críticos los que se molestaron porque Jesús fue a la casa de Zaqueo, pero por supuesto, eso no detuvo a Jesús. Y como resultado, el corazón de Zaqueo fue transformado radicalmente. Este era un hombre deshonesto y corrupto, pero porque Jesús se invitó a Sí mismo a cenar, Zaqueo terminó no solo dando la mitad de lo que tenía a los pobres, sino que prometió devolver cuatro veces la cantidad a cualquiera al que hubiera estafado.
“Ir” no se limita de ninguna manera a empacar todo lo que tienes y mudarte a otro país para ministrar a tribus en la jungla. De hecho, una de las maneras más efectivas de ministrar es simplemente esforzarte e invitar a personas a comer. Todos necesitas comer en algún momento ¿no?
¿Qué tan difícil es acercarte y decirle a alguien: “Hola, ven a mi casa a comer con mi familia esta semana” o “Te invito un café esta semana.”? Es realmente fácil, y ¡siempre vale la pena!
Cada uno de nosotros está diseñado para buscar a Dios con todo nuestro corazón y para amarnos los unos a los otros sin reservas. Esa es la esencia de los dos grandes mandamientos—amar a Dios; amar a los demás. Dios quiere que alcancemos a otros a través de nuestra relación con ellos. ¿Qué mejor lugar para comenzar que alrededor de la mesa?
Versículo de memoria
"Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." Mateo 20:26–28
Escritura
Acerca de este Plan
Este devocional de 21 días de Gateway Church busca animarte e inspirarte a seguir la Gran Comisión de Jesús: "Vayan por todo el mundo y anuncien las Buenas Nuevas a toda criatura" (Marcos 16:15 NVI).
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