De la libertad y el perdónMuestra
La verdad y el poder
La verdad de Dios nos libera del engaño.
Cuando los judíos escucharon a Jesús enseñando y vieron lo que Él estaba haciendo, dijeron: “¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva pues lo hace con autoridad!” (Marcos 1:27).
Busca este primer capítulo de Marcos y observa la Verdad y el Poder del Reino de Dios. ¿Estás experimentando el impacto total del Reino de Dios en tu vida? Esta es la “nueva enseñanza” a la que se referían los judíos. El Reino de Dios había llegado a la tierra; El Hijo de Dios había venido a marcar el inicio del Reino. ¿Tienes ojos espírituales para ver que el Reino ha llegado?
Cuatro verdades del Reino de Dios: (v. 9-13)
1. Dios está tratando de revelarse a ti: la voz del cielo (v. 10-11). ¿Cómo nos “habla” Dios hoy?
2. Dios ha llevado sobre si mismo todos nuestros pecados: el bautismo de Juan fue un bautismo de arrepentimiento por el pecado. ¡Jesús estaba confensando tu pecado! ¿Qué pecado cometiste esta semana que Él confesó ese día en el río Jordan? (v.5, 9)
3. Dios anhela tener una relación amorosa contigo: la relación del Padre con su “hijo amado” (v. 11) es la clase de relación que Él quiere contigo. ¡Él te ama tanto como ama a Jesús! (Juan 17:23)
4. Dios está dispuesto a darte victoria sobre la tentanción: la victoria de Jesús sobre las tentaciones de Satanás es evidencia de que Él puede capacitarte para hacer lo mismo. (Ver Mateo 4:1-11; Hebreos 2:18)
Pregunta: ¿Cuál de estas cuatro verdades te resulta más difícil de creer?
Tres requisitos del Reino de Dios:
.1. Arrepentirse (v. 15): Admitir que has pecado; alejarte de tu pecado y volverte hacia Dios, “... y de cómo os convertisteis a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero” (1 de Tesalonicenses1:9, NVI). ¿Cuál es tu “ídolo”?
2. Creer en las buenas nuevas (v. 15): Jesús tomó el infierno por ti para llevarte a una relación amorosa con el Padre
3. Obedecer (v. 16-20): Simón, Andrés, Santiago y Juan obedecieron. ¿Estás obedeciendo lo que Dios te ha dicho que hagas?
Pregunta: Piensa en una vez que hayas seguido estos tres requisitos: Arrepentirse, creer y obedecer. ¿Cuáles fueron los resultados en tu vida? El poder de Dios nos libera del diablo y de la enfermedad
1. Libertad del control del diablo (v.21-26, 34): los demonios obedecíeron a Jesús
2. Enfermedad restaurada (v. 29-34, 40-45): Jesús sanó cuando la gente se lo pidió. El Reino de Dios ha derrotado al reino de la oscuridad, la enfermedad y el engaño de Satanás. ¡Jesús ha venido como SEÑOR!
Pregunta: ¿Estás experimentando el impacto pleno del Reino de Dios? Si no es así, ¿por qué? (Mira de nuevo las “verdades” y “requisitos” anteriores) “Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar” (v. 35).
Escritura
Acerca de este Plan
Perdonar es un proceso que lleva tiempo, es costoso y duro. Es restaurar las relaciones mediante la liberación de un pasado doloroso con una actitud de amor. Nada nos mantiene más en esclavitud que nuestra falta de perdón. Rehusar a perdonar nos conduce a la amargura del alma. El perdón es la liberación de la amargura y de la propensión a vengarse. Reabre un futuro de nuevos comienzos: un reinicio.
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