No pierdas el corazón por Jason MeyerMuestra

Qué hacer cuando el pasado te paraliza

Cada vez que comenzamos a desanimarnos, debemos tomar el evangelio y presionarlo en los lugares profundos de nuestras vidas donde el desánimo ama esconderse. ¿Por qué el desánimo es tan frecuente en nuestras vidas?

Durante el resto de esta semana, haremos una evaluación de la vida real que examinará los tres tiempos del desánimo. El tiempo pasado de desánimo es vergüenza o amargura por lo que hemos hecho. El tiempo presente de desánimo es decepción por lo que tenemos actualmente. El tiempo futuro de desánimo es ansiedad por lo que podría pasar en el futuro. Comenzaremos a derrotar estas verdades a medias porque las razones para animarse son mayores que las razones para desanimarse.

Nuestros recuerdos pueden servir como una especie de máquina del tiempo. La máquina del tiempo de la memoria puede ser algo bueno cuando volvemos atrás y revivimos los buenos momentos porque usarla de esta manera puede ayudarnos a disfrutar de una experiencia placentera de manera exponencial. Pero la máquina del tiempo de la memoria se tuerce cuando la usamos para revivir nuestros fracasos pasados ​​y castigarnos una y otra vez por el mismo error. Cuando ponemos nuestros pecados en modo de repetición, nos estremecemos y gemimos porque desencadena punzadas agudas de culpa y vergüenza. Nuestra culpa trae pecados pasados ​​al presente y dice: “Mira, cometiste un error”. Luego, la vergüenza se une a la conversación y agrega: "Y tú eres el error".

Aquí está el problema con la retorcida máquina del tiempo de la memoria. Viajamos en el tiempo bajo el pretexto de una verdad a medias. Sí, pecamos, y el pecado no debe tomarse a la ligera. Hay culpa y vergüenza apropiadas que vienen del pecado, pero como cristianos, sabemos que “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (1 Timoteo 1:15).

Sí, “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23), pero nuestras deudas han sido pagadas. No te sientes en tu pecado. Llévelo en un viaje hasta la cruz y véalo clavado allí. Puedo recordar el momento liberador cuando dejé de revivir mis fracasos y de rastrillarme sobre las brasas y comencé a mirar la cruz en su lugar. En la cruz, Dios cubrió el pecado de ________ (llene el espacio en blanco) con la sangre de Jesucristo.

La verdad a medias del desánimo dice que nuestro pecado solo está clavado en la cruz "en parte", ¡pero la verdad de la Palabra de Dios dice que nuestro pecado está pagado por completo!

¿Hay pecados que repites a menudo en tu mente? Memoriza Hebreos 10:10.