No pierdas el corazón por Jason MeyerMuestra

Qué hacer cuando te sientes inútil

El desánimo es como un par de gafas de sol que hacen que toda la vida parezca más oscura. Cuando estamos desanimados, a menudo tomamos nuestras reflexiones personales poco halagadoras y transferimos esos pensamientos y sentimientos oscuros a Dios. Hacemos la suposición errónea de que “Dios debe mirarme como yo me miro”.

Tómese un momento y examine su conversación interna o su diálogo interior. ¿Qué tipo de cosas te dices a ti mismo regularmente? Considere si su diálogo interno incluye declaraciones negativas, como "No soy lo suficientemente inteligente". "Voy a fallar de todos modos". "Soy un perdedor." “Nadie me amará nunca”. Todavía estoy sorprendido por mi propio diálogo interno. Hablo muy duro conmigo mismo, diciendo cosas que nunca le diría a nadie más.

Necesitamos deponer las armas que apuntamos hacia nosotros mismos y comparar nuestras historias con la historia de Dios. Podemos proyectar sobre Dios lo que pensamos de nosotros mismos o podemos recibir de Dios lo que Él dice de nosotros.

¿Adónde vamos para comprobar nuestras creencias equivocadas y escuchar la versión de Dios? La historia completa se puede encontrar en la Palabra de Dios. ¿Por qué Dios nos salvó y nos dio nueva vida? Este texto responde a esa pregunta con una claridad audaz que anuncia el corazón de Dios: “Por el gran amor con que nos amó” (Efesios 2:4). Dios no nos amó porque fuéramos encantadores. Nos amó porque Dios es amor, y nos escogió como hijos suyos.

Quizás te cuesta sentir la realidad del amor de Dios. ¿Tu falta de sentimientos hace que el amor de Dios sea menos real? La Biblia nos señala el testimonio externo del amor de Dios que se encuentra en la cruz de Cristo. Romanos 5:8 dice: “Dios muestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

Recuerda, Dios no nos amó ni a ti ni a mí porque fuéramos encantadores. Él nos amó cuando aún éramos pecadores, moralmente desagradables. Cada vez que sienta que las garras del desánimo se hunden en su corazón, mire a la cruz y vea el amor inmutable, inquebrantable e irreversible de Dios cuando Jesús llevó la carga del pecado por usted y sufrió en su lugar. Él fue condenado para que tú pudieras ser aceptado. En Cristo, el estandarte que ondea alto sobre ti dice “ninguna condenación” (Rom. 8:1).

¿Qué te revela tu diálogo interno/interno? ¿Es esto correcto con la forma en que Dios te ve?