CAMINO A CASA: ¿A DÓNDE PERTENEZCO?Muestra
4.- De la riqueza a la felicidad:
Un recaudador de impuestos encuentra una mina de oro (Lucas 19.1-10)
“No sé si entendéis la terrible expresión “estar podrido de dinero”. Tal vez cuando la usáis con todo el desprecio del mundo, hay en vosotros, sin embargo, una especie de envidia. Permitid que intente quitaros dicha envidia con el modesto testimonio de lo increíble que me ha pasado la semana pasada. Casi no me puedo creer un cambio tan radical en mi vida. Sólo hay una explicación: fue Dios contestando al grito de mi corazón. Yo he sido muy rico, sigo viviendo holgadamente, si bien, en mucha menor medida después de las varias restituciones e importantes donaciones a los pobres (la mitad de mi fortuna) que acabo de hacer. Y ¿sabéis qué? Se me ha ido totalmente el apego al dinero que tenía y el nefasto egoísmo que me podría. Me siento ahora fenomenal, feliz como nunca lo he sido.
Seguro habéis oído hablar de esta ilustre y antiquísima ciudad de Jericó. Pues bien, yo fui nombrado por los romanos como jefe de todos los recaudadores de impuestos de la amplia región de esta ciudad, controlando un buen grupo de publicanos, amasando un montón de dinero y aprovechando esta circunstancia para tener unos ingresos anuales que, tal vez, sí, podrían fomentar vuestra envidia si los conocierais; gracias, en gran parte, a unas prácticas fraudulentas (a las que ahora he renunciado) toleradas por el gobernador romano (lo que le importa es recibir el importe exigido anualmente, cierra los ojos si abusamos y nos llenamos los bolsillos).
¿Pensáis que era feliz con mi preciosa mansión, mi círculo de amigos ricos y las vacaciones que a menudo hacía en unas preciosas islas griegas? (Bueno, habrá que decirlo todo, en gran parte era para escapar del ambiente asfixiante de mis paisanos que me odian por hacer tratos con los romanos)
No, no era feliz. No, el dinero no lo es todo. ¿Sabéis lo que significa tener una conciencia tranquila, limpia, y tener la paz con Dios? He luchado mucho tiempo con una mala conciencia soñando con que las cosas sean diferentes y suplicando a Dios que se apiade de mí y permita que viva mi vida en honestidad, dejando de engañar a la gente para enriquecerme.
Todo empezó con la profunda curiosidad que tenía de ver al predicador de Galilea que tanto oía hablar de él. Ahora no hay dudas: Él es mi Salvador… (leer Lucas 19.1-10)”. Zaqueo
Oliver Py
Acción de gracias:
-Gracias por apiadarte de nosotros y de la vida que llevábamos lejos de ti.
-Agradecemos, Señor, que nos permitas tener comunión contigo y nos hagas partícipes de tus riquezas.
-Gracias, Dios, por la transformación que vemos en nuestra vida y en la de Zaqueo. Eres nuestro Salvador.
Confesión:
-Nos avergonzamos de las veces que damos mas importancia a lo material y confiamos en ello. Sabiendo que tus promesas y las cosas del reino son más importantes.
Peticiones:
-Queremos no dejarnos gobernar por lo que vemos y codiciamos. Más bien, deseamos buscar las cosas de nuestra Patria Celestial.
-Pedimos ser honestos con nuestra forma de vivir. No desesperarnos por vivir otras circunstancias, sino ser Luz con la condición que tenemos.
-Que seamos conscientes de todo lo que nos das diariamente, amado Padre.
Escritura
Acerca de este Plan
Devocional de 8 días que nos hablan de nuestra identidad y destino. Este plan sirve de guía para la Semana Universal de Oración (SUO) 2020. Autores: Samuel Alonso, Timoteo Glasscock, Oscar Pérez, Oliver Py, Rosa Barrachina, Edith Vilamajó, Manuel Diaz e Israel Montes; diseñado y supervisado por José Hutter e Israel Montes, presidentes de los Grupos de Teología y Oración de la AEE respectivamente.
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Nos gustaría agradecer a Israel Montes por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.aeesp.net/eventos/suo2020/