CAMINO A CASA: ¿A DÓNDE PERTENEZCO?Muestra
3.- Del borde del abismo a los brazos del pastor:
La oveja que se perdió (Lucas 15:1-7)
Oveja perdida. Dos sencillas palabras que esconden suficiente desarrollo teológico para entender por qué Jesús recibe a los pecadores y come con ellos, la cuestión que motivó esta breve parábola.
Oveja.
Animal gregario. Por definición vive en el contexto de un rebaño. El rebaño la define y ella define al rebaño. Nunca vive aislada, no es una scout rastreadora ni una superviviente con grandes habilidades. No es un verso libre.
Cada oveja pertenece a un pastor, eso lo sabe todo el mundo. Aun así, Jesús abre su relato con el que ‘tiene’ cien ovejas, certificando así la obviedad de que no se pertenecen a sí mismas. Y tú, ¿de quién eres? ¿Qué voz escuchas? Cuando procuran ser dueñas de sí mismas y forjar su destino, toman caminos diferentes a aquellos por los que el pastor las guía. El habitual deseo ovino de emanciparse y que conduce a estar…
Perdida.
Traducido: Una oveja en problemas. El pastor la busca porque sabe que sola no sobrevivirá mucho tiempo. Los oyentes de Jesús, ovejas de la metáfora, están perdidos sin él. Publicanos y pecadores, fariseos y escribas, todos tenemos ‘necesidad de arrepentimiento’. Unos reconocemos nuestra necesidad, otros no. ¿Necesitas arrepentirte?
Al alejarnos del rebaño nos ponemos en peligro; pero perdidos lo estamos por definición. Y es así hasta que nos dejamos guiar por el buen pastor al que pertenecemos, que conoce las sendas de la vida. ¿A quién sigues? ¿Por qué caminos andas? Estamos perdidos porque nuestro corazón desconoce a su dueño. Y caminar al lado de un rebaño no es una garantía porque el rebaño más grande de este mundo es, al fin y al cabo, un rebaño de perdidos. ¿Al lado de quién caminas?
El camino es angosto y requiere del buen pastor que guía. Solo el rebaño que sigue a Jesús encuentra el camino hacia los verdes pastos donde se puede reposar y hacia los ríos de agua viva que sacian la sed eterna. ¡Allí hay más gozo del que jamás has soñado! Allí es donde vale la pena ser oveja y perderse en los brazos del pastor.
Oscar Pérez
Acción de gracias:
-Gracias por la identidad que nos diste. Somos ovejas del Buen Pastor.
-En nuestros corazones hay gratitud a ti, Dios, por salir a buscarnos cuando estábamos perdidos yendo al abismo y llevarnos a tu redil.
-Agradecemos que seas nuestro guía en todo momento, ya que tendemos a desviarnos.
-Muchas gracias, también, por darnos reposo en Jesucristo.
Confesión:
-Confesamos que, como ovejas torpes, en momentos dónde el camino es angosto, no solemos escuchar a nuestro Buen Pastor.
-Perdónanos por las veces que nos creemos auto-suficientes y nos alejamos de ti.
Peticiones:
-Amado Dios, ayúdanos a escuchar tu voz en todo momento para no perdernos en cosas que no te agradan.
-Rogamos que podamos ser conscientes de la maravilla que es ser tus ovejas para que mostremos a las que aún no están en tu redil a necesidad de conocer la senda verdadera.
-Pedimos que gustemos con todo nuestro ser ,la bendición que es caminar hacia los verdes prados y que nuestro objetivo no se difumine.
Escritura
Acerca de este Plan
Devocional de 8 días que nos hablan de nuestra identidad y destino. Este plan sirve de guía para la Semana Universal de Oración (SUO) 2020. Autores: Samuel Alonso, Timoteo Glasscock, Oscar Pérez, Oliver Py, Rosa Barrachina, Edith Vilamajó, Manuel Diaz e Israel Montes; diseñado y supervisado por José Hutter e Israel Montes, presidentes de los Grupos de Teología y Oración de la AEE respectivamente.
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Nos gustaría agradecer a Israel Montes por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.aeesp.net/eventos/suo2020/