Lecciones de mi jardínMuestra

El comienzo

Todo comenzó en un jardín—una lujosa superficie de cultivo abundante con plantas, árboles y frutas magníficas. El Edén. Imagina estando allí con las embriagadoras fragancias de las orquídeas, rosas y gardenias. Hojas coloridas brillantemente floreciendo alrededor tuyo. Frutas exóticas y vegetales son tus nutrientes, siempre maduros y listos para comer, lavados por el rocío de una cascáda que cae. El dulce canto de los pájaros se mezcla con el calor dorado del amor del Padre. Ausencia de enfermedad, destrucción o desacuerdo, este era el lugar perfecto. ¡El paraíso! Un lugar que nuestro corazón todavía anhela y desea. 

Este primer jardín, el lugar de la morada de Dios, es una razón del por qué la jardinería habla tan profundamente a mi corazón. Amo estar fuera, en un espacio ancho y abierto con el replandor cálido de los rayos de sol en mi piel. El canto de los pájaros, el fresco aroma de la tierra, el hermoso colorido de las flores y vegetales, y la promesa de crecimiento y vida que me brinda alegría. 

La parcela que cuido no es ciertamente un paraíso. Pero es un lugar especial en el que yo diaramente me reúno con el Padre, el mismo que comenzó una relación con la humanidad caminando y conversando en ese primer, jardín perfecto. 

Mi jardín es un lugar donde Él me habla con paralelismos de la vida mientras se forman gotas de sudor en mi frente por la labranza, la siembra y la observación del crecimiento. A través de toda la espera, el riego y las preguntas, Él me ha enseñado mucho acerca de Sus caminos y de mi corazón. 

Tras muchos años de práctica y observación, oigo sus susurros mientras escucho con expectación, porque es en el tiempo que pasamos juntos donde crecen las relaciones.

A medida que el fresco de la mañana se desvanece, dejo mi santuario con las rodillas y los guantes con tierra. Estoy preparada para afrontar el resto de mi día, lo que sea que traiga, con un corazón lleno y un toque de Su Gloria, por haberme reunido con el Maestro Jardinero.

Él te hablará donde sea que te reunas con Él. ¿Estás escuchando con expectación?

Viaja conmigo en los próximos días a medida que comparto algunos conocimientos de mis experiencias en la jardinería.