El Padre te ama por Pete BriscoeMuestra
Día 5
Tu provisión perfecta
Si Dios es dueño de todo y lo sabe todo, si nos ama y es perfecto y santo en todo lo que hace, entonces todo lo que da y todo lo que retiene puede ser reconocido con razón como un buen regalo de él, incluso si no podemos verlo como tal. —T. A. Hillard
A veces la gente pone expectativas irrazonables en Dios. Esperan cosas que Él nunca prometió y luego se frustran si no las obtienen de inmediato. Pero Dios no nos da todo lo que queremos. Él nos da lo que necesitamos.
Moisés estaba consciente de la gran necesidad que él y los israelitas tenían de la presencia de Dios. No era sólo un deseo; Moisés sabía que era una necesidad.
Entonces Moisés le dijo… “¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho…." (Éxodo 33:16 -17)
Dios sabía que la petición de Moisés reflejaba una necesidad real para su misión: Su presencia. Entonces Dios dijo que lo haría y proveyó para sus necesidades porque Él es un proveedor perfecto. He aquí por qué:
- Dios es dueño de todo. (Salmos 50:10-12)
- Dios es generoso. (Hechos 14:16-17)
- Dios está consciente de nuestras necesidades. (Mateo 6:31-32)
Por lo tanto, no sólo le pedimos a Dios lo que esperamos que nos proporcione, sino que podemos estar seguros de que está proporcionando precisamente las cosas que necesitamos ahora mismo.
¿Puedes notar la diferencia entre tus deseos y lo que un Padre amoroso sabe que necesitas? ¿Crees que Dios te está proporcionando ahora mismo todo lo que realmente necesitas, así como te proporcionará en el futuro?
Dios, gracias porque ESTÁS proporcionando todo lo que necesito hoy. Oro para que dejes muy clara la diferencia entre lo que quiero y lo que realmente necesito. Gracias por Tu promesa de proveer para mi futuro, tal como lo hiciste ayer y antes de ayer. Amén.
Acerca de este Plan
Desde jóvenes nos enseñan que Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos. Pero no siempre es fácil relacionarse con Dios como Padre, especialmente si para nuestros padres terrenales fue difícil ofrecernos el amor que anhelábamos. En este estudio de 16 días, Pete Briscoe hace que nos enfoquemos en el Dios que satisface todos nuestros anhelos de amor, destacando cómo las Escrituras lo revelan como nuestro Padre bueno y perfecto.
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