El Padre te ama por Pete BriscoeMuestra
Día 6
El placer es todo suyo
Mi conciencia más profunda de mí mismo es que Jesucristo me ama profundamente y no he hecho nada para ganármelo o merecerlo. — Brennan Manning, El Evangelio del Ragamuffin
Tal vez fue a través del arte, tal vez a través de sermones ardientes y enojados… No sé con certeza dónde, pero en algún momento muchos de nosotros tuvimos la idea de que Dios el Padre está enojado— y Él está sentado en el cielo sobre una nube… llevando la cuenta… todo el tiempo. Tiene una lista de leyes y reglas en una mano y un rayo en la otra. Sólo está esperando que lo arruines. ¿Y cuando lo haces? ¡Kapow!
¿Es eso cierto?
Ni un poquito. Mira lo que Dios le dijo a Moisés cuando solicitó la presencia de Dios:
“Haré lo que me has pedido porque estoy complacido contigo…”. (Éxodo 33:17)
Dios está complacido con nosotros.
Dios le dijo a Moisés que estaría presente entre ellos porque estaba complacido con él. Ahora podrías decir: “Sí, eso es porque es Moisés. No soy ningún Moisés”. Se supone que Moisés es este gran líder piadoso, ¿verdad? Bueno, se supone que debería serlo, pero no lo es. ¿Sabes lo que pasó justo antes de este pasaje? Los seguidores de Moisés construyeron una enorme vaca dorada y la adoraron en lugar de a Dios. Si se suponía que Moisés era un gran líder, ¿no deberían sus seguidores tal vez seguirlo? Pero en realidad, su gente era un desastre… tal como lo somos nosotros, tal como tú lo eres. Pero aún así, Dios se complace en nosotros, a pesar de nuestro mal desempeño.
Señor, es tan difícil entender que a pesar de que la humanidad está quebrantada, Tú todavía nos amas, incluso en los peores momentos. ¡Gracias por encontrar placer en mí en Cristo donde el mundo sólo ve fracaso! Amén.
Escritura
Acerca de este Plan
Desde jóvenes nos enseñan que Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos. Pero no siempre es fácil relacionarse con Dios como Padre, especialmente si para nuestros padres terrenales fue difícil ofrecernos el amor que anhelábamos. En este estudio de 16 días, Pete Briscoe hace que nos enfoquemos en el Dios que satisface todos nuestros anhelos de amor, destacando cómo las Escrituras lo revelan como nuestro Padre bueno y perfecto.
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