El Padre te ama por Pete BriscoeMuestra

Día 4
Se trata de quién te conoce

Si pudiéramos cambiar nuestra actitud, no sólo deberíamos ver la vida de manera diferente, sino que la vida misma llegaría a ser diferente. —Katherine Mansfield

Hace muchos años hice una capilla para los Cerveceros de Milwaukee. Fue un gran problema. Donde yo vivía, los Cerveceros eran los dioses del bate, la pelota y el diamante. Todos los habitantes devotos de Wisconsin los vieron por televisión. Aquellos que pudieran pagar las entradas harían la peregrinación al County Stadium. ¿Pero entrar al vestuario? Ese era el “lugar santísimo”, el santuario interior del templo donde ningún simple mortal podría pensar en ir.

Sin embargo, tenía una “entrada”. Paul Molitor era el capitán del equipo y, como lo conocía, era bienvenido en las taquillas. Incluso me permitieron hablar con los jugadores cara a cara. Compartí enseñanzas de la Biblia con todo el grupo y ellos escucharon… todo gracias a Paul. Él me elevó a un nivel diferente a los ojos de estos increíbles atletas. Estaban dispuestos a escucharme debido a mi relación con él.

Las cosas funcionaron de manera similar con Dios y los israelitas:

Entonces Moisés le dijo… "¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?” (Éxodo 33:16)

Dios Padre hace lo mismo por nosotros. Su presencia en nuestras vidas nos diferencia de los demás. Él nos distingue. Como Sus hijos, somos cambiados espiritualmente y somos únicos en este mundo… y eso hace que nuestro mensaje de la verdadera Vida en Cristo sea atractivo para aquellos que buscan la verdad y el sentido.

Padre, oro para que eleves mi estilo de vida de tal manera que sea obviamente diferente del mundo. Déjame ser un ejemplo de cómo es la vida en Ti para que otros puedan conocer Tu magnitud. Amén.