Nuevo año, nuevas misericordiasMuestra
El contentamiento celebra la gracia. El corazón contento está satisfecho con el Dador y, por lo tanto, está libre de ansiar el próximo regalo.
El pecado hace dos cosas muy importantes para todos nosotros. Primero, hace que todos nos insertemos en el centro de nuestros mundos, haciendo que la vida nos rodee. En nuestro enfoque propio, todos estamos demasiado motivados por nuestros deseos, nuestras necesidades y nuestros sentimientos, y porque lo somos, tendemos a ser más conscientes de lo que no tenemos que de las muchas bendiciones maravillosas que hemos recibido. Pero hay más; debido a que nos enfocamos en nosotros mismos, tendemos a ser anotadores, comparando constantemente nuestros montones de cosas con los montones de otros. Es una vida de descontento y envidia. La envidia es siempre egoísta.
Hay una segunda cosa de igual importancia que el pecado nos hace. Nos hace buscar horizontalmente lo que solo se puede encontrar verticalmente. Por eso, buscamos en la creación vida, esperanza, paz, descanso, satisfacción, identidad, significado y propósito, paz interior y motivación para continuar. El problema es que nada en la creación puede darte estas cosas. La creación nunca fue diseñada para satisfacer tu corazón. La creación fue hecha para ser un gran dedo que te señala a Aquel que es el único que tiene la capacidad de satisfacer tu corazón. Mucha gente se levantará hoy y de alguna manera le pedirá a la creación que sea su salvadora, es decir, que les dé lo que solo Dios puede dar.
"¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre" (Salmos 73:25-26). Estas son las palabras de un hombre que aprendió el secreto del contentamiento. Cuando estás satisfecho con el Dador, porque has encontrado en Él la vida que estabas buscando, te liberas de la voraz búsqueda de satisfacción que es la desalentadora existencia de tantas personas. Sí, es cierto que tu corazón solo descansará para siempre cuando hayas encontrado tu descanso en Él.Aquí está uno de los frutos más hermosos de la gracia: un corazón que está contento, más entregado a la adoración que a la demanda y más entregado al gozo de la gratitud que a la ansiedad del deseo. Es la gracia y solo la gracia lo que puede hacer posible este tipo de vida pacífica para cada uno de nosotros. ¿No buscarás hoy esa gracia?
Escritura
Acerca de este Plan
A lo largo de 15 días, Paul David Tripp te recordará la gracia de Dios hacia ti, verdades que nunca envejecen. Cuando la "modificación del comportamiento" o los aforismos para sentirse bien no son suficientes para hacerte nuevo, aprende a confiar en la bondad de Dios, a confiar en Su gracia y vivir para Su gloria todos los días.
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