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Día 14 | Colosenses 4

Hola, hoy tenemos Colosenses 4 y vamos a repasar lo básico. Jesús nos enseña dos mandatos sencillos: Ama a Dios con todo tu ser y ama a tu prójimo como a ti mismo. Y estas dos simples claves guiarán cada paso a medida que seguimos a Jesús. 

El capítulo 4 comienza donde finaliza el 3: con instrucciones para las relaciones. Aquí: esclavos y amos. Te debes estar preguntando: ¿La Biblia apoya la esclavitud? ¿Aprueba la desigualdad, el racismo y la opresión? 

Déjame ser franco. No. La Biblia noapoya la esclavitud, y cualquiera que use la Biblia para apoyar la opresión o la desigualdad está abusando y haciendo mal uso de las palabras, para su vergüenza. La Biblia habla de esclavos y amos porque la esclavitud era una realidad en aquella época, y Pablo ofrece instrucciones sobre cómo vivir en la vida real. A los esclavos, les dice: trabajen duro, como si estuvieras trabajando para Dios, porque Él es tu verdadero amo. 

Y en el capítulo 4: versículo 1 dice:

«Amos, proporcionen a sus esclavos lo que es justo y equitativo, conscientes de que ustedes también tienen un Amo en el cielo».

Tanto aquí como en otras partes, la Biblia nos recuerda que los amos y los esclavos son iguales ante Dios, no importa si la sociedad los separa. Pero aún así, tienes que preguntarte porqué Pablo no acaba de abolir la esclavitud por mandato de Dios. 

Esto es importante. Jesús, en Su primera venida, no vino a arreglar el sistema y arreglar nuestro mundo. Él vino para arreglar nuestros corazones y arreglar nuestros corazones con Dios. En Su segunda venida, Jesús establecerá Su Reino en el mundo, pero primero vino a establecer Su Reino en nosotros. Primero: El Rey de tu corazón. Segundo: El Rey del mundo. 

Así que, Pablo nos enseña a vivir correctamente en un mundo que aún está mal. Esclavos y amos, trabajadores y empleadores, hagan lo correcto. Más tarde, Pablo le dice a los esclavos que obtengan su libertad si pueden, y en su carta a Filemón le dice a un maestro de esclavos que libere a su esclavo y lo llame hermano, una gran declaración en ese tiempo. 

Avanzando rápidamente a través de la historia encontramos que muchos héroes quienes pelearon y se sacrificaron para poner fin a la esclavitud fueron impulsados e inspirados por su fe en la Biblia. Dios cambió sus corazones y luego ellos cambiaron su mundo. 

Volviendo a Colosenses, versículo 2:

«Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento».

Y eso nos lleva a nuestro siguiente nuevo hábito: orar. Lee tu Biblia y ora todos los días. De nuevo, no es un "debo hacerlo". Es un "quiero hacerlo". Orar es asombroso. Podemos hablar directamente con Dios, el Creador del universo. Pablo dice: "perseverad" en ello. Haz de esto una prioridad. 

¿Sobre qué deberías orar? Sobre todo. Lo que necesitas, por lo que estás agradecido, por lo que piensas, o por lo que te confunde, o por lo que esperas. Ora por las personas. ¡Ora por mí! Lo necesito. Ora por todo. 

Piensa acerca de esto. La comunicación es vital en cualquier relación. Hablando es cómo las personas llegan a conocerse. Lo mejor de un viaje juntos es el tiempo para charlar, abrirse, crecer en conocimiento. Es lo mismo con Dios. Mientras seguimos a Jesús, hablamos a lo largo del camino. Nos volvemos reales, compartimos esperanzas y miedos. Abrimos puertas y dejamos entrar a Jesús. 

Piensa en la oración como si estuvieras hablado con un buen amigo. No es sano cuando lo haces por conseguir lo que quieres. Es correcto cuando se trata de conocerse el uno al otro. La oración no es una tarea o un ensayo que se califica, así que no te preocupes por orar "de la manera correcta". Solo sé genuino. Acércate al trono de Dios con humildad y reverencia, pero también con confianza. Él es Dios. Jesús te justificó con Dios. Y Romanos 12 nos dice que debes ser "constante en la oración", como una llamada telefónica que nunca se cuelga. 

El resto de Colosenses son saludos. Recuerda, esta es una carta real para gente real. ¡Esa gente se amaban unos a otros! Así que se enviaban saludos. Amo esto de la Biblia. Es personal. Dios pudo haber tallado Su palabra directamente en una piedra, pero escogió escribirla primero en el corazón de la humanidad, la cual amaba. Y ese amor brilla a través de cada página. 

Y esto nos lleva a un hábito más: compañerismo. Pasar tiempo con otros cristianos. Cultiva la amistad. Ama a Dios y ama a los demás. La carta a los Hebreos nos advierte que no abandonemos las reuniones de la familia cristiana: la iglesia. 

En la Biblia la palabra "iglesia" no se refiere a un edificio. Sino a las personas que siguen a Jesús. La iglesia puede reunirse en un edificio, pero si no estamos conectados realmente unos con otros, estamos perdiendo la idea central. A medida que lees el capítulo 4, mira los nombres, personas que le importan personalmente: Marcos, Justo, Epafras, Lucas, Bernabé, a Ninfas y observa, 

"...y a la iglesia que se reune en su casa»(4:15).

En aquel entonces, las iglesias se reunían en casas, como familia. 

Entonces esto es lo básico: ama a Dios y ama a los demás. Para hacer esto, inicia un hábito de oración: conoce a Dios. Y comienza un hábito de hermandad: conoce a otros. Quizás puedas invitar a alguien de tu trabajo o escuela a seguir este Plan contigo. Comenten la parte de preguntas para la discusión y reflexión y oren juntos. Este es el hábito de leer la Biblia, el hábito de la oración y el hábito del compañerismo. Guau. Eso fue muy sencillo.

Si necesitas ayuda para empezar, lo repasaremos mañana. Por hoy, lee Colosenses 4, y mantenlo simple: ama a Dios y ámense los unos a los otros. 

Para la reflexión y discusión 

• ¿Por qué crees que orar es esencial para seguir a Jesús? ¿Cómo puede la oración afectar a tu caminar con Dios?
• ¿Por qué crees que el compañerismo es esencial para seguir a Jesús? ¿Cómo ha afectado tu caminar con Dios tu compañerismo con otros cristianos?