Se supone que no debería ser así: Un desafío de 5 días de Lysa TerKeurstMuestra
El proceso previo a la promesa
Luchar a través de nuestras más profundas decepciones es duro.
En nuestros momentos más privados deseamos gritar palabras que no usamos cerca de nuestros amigos cristianos, debido a la injusticia de todo el asunto. Pero luego hay momentos más esperanzadores… donde deseamos subir la música de alabanza, entregar oraciones honestas, y declarar que Dios es bueno.
Es lo que tiene ser tan humano: sufrir pero mantener la esperanza.
Y ahí es donde encontramos a David en el Salmo 40. En los primeros diez versículos, David alaba a Dios por rescatarlo, pero luego en los versículos 11-17 le ruega a Dios que lo salve de nuevo. David está sufriendo, pero sigue esperanzado.
Tener esperanza no significa que ignoramos la realidad. No, tener esperanza significa que reconocemos la realidad en el mismo aliento con el que reconocemos la soberanía de Dios.
Nuestra esperanza no puede estar atada a si una circunstancia o persona cambia, o no. Nuestra esperanza debe estar atada a la promesa inamovible de Dios. Esperamos el bien que sabemos que Dios nos traerá en nuestra situación, ya sea que este coincida con nuestros deseos o no. Y a veces eso toma tiempo. El proceso va a requerir en su mayoría que seamos perseverantes. Pacientes. Incluso sufrir mucho tiempo.
Honestamente, sé que puede ser abrumador.
Quiero la promesa bendecida del Salmo 40:4 "Dichoso el que pone su confianza en el Señor". Me olvido de que este tipo de confianza en Dios se forja en el crisol del sufrimiento. Dios no se está metiendo conmigo. Dios me está eligiendo para vivir personalmente una de sus promesas.
Es un gran honor. Pero no siempre se siente de esa forma. He de caminar por los lugares más bajos del proceso antes de estar perfectamente equipado para vivir la promesa.
Leemos sobre estos lugares bajos en los versículos 1–3 del Salmo 40:
“Pacientemente esperé a Jehová,
y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación,
del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña,
y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
y confiarán en Jehová.”
La idea de esperar pacientemente en el versículo 1 es increíblemente importante en este Salmo. La palabra hebrea indica que la espera es continua, y tiene un sentido de expectativa y esperanza.
Así que mientras quiera la roca sólida en donde pararme, primero debo esperar pacientemente al Señor para que me saque del pozo y del lodo, y ponga mis pies en la roca. La palabra "poner" en hebreo original es qum, que significa levantarse o posicionarse. Dios tiene que llevarme por el proceso de sacarme de lo que me estuvo teniendo cautivo para poder establecerme.
También quiero la nueva canción que prometió aquí. ¿Has notado, sin embargo, qué es lo que viene antes de la promesa del salmo por una nueva canción? Son muchos pedidos de ayuda al Señor. La alabanza más poderosa a menudo son pedidos de ayuda profundos que se transforman en hermosas melodías.
Y esto es cierto para ti también.
Sigue pidiéndole ayuda, amigo. Sigue esperando en Él. Y debes saber que Dios tomará cada grito que hayas lanzado y los organizará en una canción gloriosa.
RESPONDE: Reflexiona en los versículos del Salmo 40 que estudiamos hoy. ¿Cuáles hablan directamente a tu situación? ¿Cómo cambió tu perspectiva sobre los resultados que deseas?
Escritura
Acerca de este Plan
¿Alguna vez te has dicho "esto no está saliendo como yo pensaba"? Ya sea una crisis en una relación, la pérdida de un ser querido, una enfermedad inesperada o una situación difícil en la vida, Lysa TerKeurst te entiende e invita a unirte a su plan de lectura de 5 días. Juntos, aprenderemos de dónde viene la decepción y cómo descubrir la fuerza inesperada que necesitas para afrontar el desamor de una manera bíblica.
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