Se supone que no debería ser así: Un desafío de 5 días de Lysa TerKeurstMuestra
Creado para la perfección
Decepción.
Es sentir que las cosas deberían ser mejor de lo que son. La gente debería ser mejor de lo que es. Las circunstancias deberían ser mejores. Las finanzas deberían ser mejores. Las relaciones deberían ser mejores.
Y, ¿sabes qué? Tienes razón. Todo debería ser mejor de lo que es. No es de extrañar que yo esté agotada ni que tú también lo estés.
Quédate conmigo aquí y déjame destapar algo que Satanás ha luchado ferozmente para evitar que sepamos.
¿La decepción que te agota y te frustra? Tiene el potencial de hacer mucho bien. Pero sólo lo veremos como algo bueno si confiamos en el corazón del Dador.
La decepción puede ser un regalo de Dios que no se siente en absoluto como un regalo. Es inesperadamente punzante y el Dador puede parecer casi cruel cuando vemos a alguien desenvolviéndolo. Los dedos sangrarán. Se sentirán engañados y muy tentados a dejar de confiar en que algo bueno se puede encontrar en su interior. Seguramente se cuestionarán a Aquel que permitió que esto les ocurriera.
Pero la decepción no es una prueba de que Dios nos esté ocultando cosas buenas. A veces, es la manera en la que nos lleva a casa. Pero, para poder verlo así y entender correctamente lo que está pasando, debemos dar un paso atrás y verlo en el contexto de la épica historia de amor de Dios, aquella en la que rescata y reconcilia la humanidad consigo mismo.
El principio es en realidad un buen lugar para comenzar.
Génesis 1 y 2 nos dice que el corazón del ser humano fue creado en la perfección del jardín del Edén. ¿Puedes imaginarte cómo era el mundo cuando Dios lo creó por primera vez? Cuando dijo que todo era bueno. Muy bueno. Y todo era perfecto.
La sinfonía de la perfección llenó la atmósfera. Todo fluyó y brotó en completa armonía. No había nada que no se viera bien o no se sintiera bien. Era hermoso, pacífico y satisfactorio. Había una paz perfecta en las relaciones.
Adán y Eva estaban hermosamente conectados entre sí y vivían en la perfecta presencia de Dios. Era un paraíso con una intimidad única en la que Dios interactuaba en una relación directa con Adán y Eva. Había una perfecta provisión y un cumplimiento perfecto de Su propósito. No había tristeza, confusión o injusticia. No había enfermedad, divorcio, depresión o muerte. No habían motivos desalineados, ni manipulación, ni intenciones maliciosas.
Era todo lo que podías haber soñado y mucho más que eso.
Sí, el corazón humano fue creado en el contexto de la perfección del jardín del Edén. Pero ahora ya no vivimos allí.
Y el dolor y la angustia que ahora nos rodean nos dejan muy decepcionados.
Pero no estamos hablando de eso.
O bien no sabemos cómo procesar nuestras decepciones o no sentimos tener permiso para hacerlo.
Y si no abrimos un camino para procesar nuestras decepciones, estaremos tentados a dejar que Satanás reescriba la historia de amor de Dios como una narración negativa, dejándonos más que ligeramente sospechosos de nuestro Creador.
Pero... oh, querido amigo, ten la seguridad de que nuestro Dios nos ama y está con nosotros, incluso en esto. Realmente tiene todo resuelto y Sus planes son buenos incluso cuando las circunstancias no son buenas. Asegúrate de leer el devocional de mañana en el que aprenderemos a luchar bien con nuestra fe y nuestros sentimientos en momentos de decepción.
CONTESTA: ¿Qué cosas de tu vida sientes que deberían ser mejor de lo que son? Escribe una lista y evalúala honestamente. ¿Cómo te afectan estas decepciones o expectativas no cumplidas?
Acerca de este Plan
¿Alguna vez te has dicho "esto no está saliendo como yo pensaba"? Ya sea una crisis en una relación, la pérdida de un ser querido, una enfermedad inesperada o una situación difícil en la vida, Lysa TerKeurst te entiende e invita a unirte a su plan de lectura de 5 días. Juntos, aprenderemos de dónde viene la decepción y cómo descubrir la fuerza inesperada que necesitas para afrontar el desamor de una manera bíblica.
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