Reconecta tu corazón: 10 días para combatir el pecadoMuestra
Tus afectos están restringidos
¿Qué nos hace pecar? ¿Qué nos mueve a la santidad? ¿Qué parte de nosotros comienza la fe? ¿Qué hay en nuestro interior que nos genera duda? Solo hay una cosa: nuestro corazón.
Entonces, ¿cuál es el principal problema en nuestra lucha contra el pecado y nuestra falta de fe? Pablo lo dice de esta manera en nuestro pasaje de hoy:
“Estáis limitados en vuestros sentimientos.”
En este corto comentario, aparentemente improvisado, Pablo va al centro de todo: el corazón.
En este capítulo, Pablo está suplicando a los Corintios a creer en el Evangelio. Él ha hecho todo lo posible para compartir con ellos las Buenas Noticias de Jesús, pero hay personas que siguen arrastrando los pies. ¿Por qué?
Sus afectos los restringen.
¿Cómo pueden restringirnos nuestros afectos? Es muy sencillo. No hacemos nada que no queramos hacer. Solo hacemos lo que queremos.
Ahora, eso no significa que solo hacemos cosas que nos gustan o que preferimos. Significa que nuestras acciones siempre siguen el deseo predominante de nuestro corazón. Es por eso que a través de la Biblia, Dios, busca ante todo nuestros corazones.
Nuestros afectos nos restringen todo el tiempo. Nuestros corazones no están completamente involucrados. Es por eso que pecamos. Es por eso que dudamos. Es por eso que luchamos con nuestra fe y nuestro caminar.
Entonces, ¿cómo podemos cambiar? ¿Cómo podemos vencer el pecado y vivir para Dios? Debemos quitar las restricciones de nuestros afectos.
La única manera de hacer esto es con el Evangelio. Solamente el Evangelio es lo suficientemente hermoso para cambiar nuestro corazón y producir en él todos los afectos que nos harán vivir nuevas vidas.
Reflexiona en todo lo que Dios ha hecho por ti en Cristo. Regocíjate en el hecho de que tus pecados han sido perdonados por la preciosa sangre del Hijo de Dios. Disfruta de la verdad de que has sido adoptado en la familia de Dios al alto precio de la cruz.
Cuando hacemos esto, nuevos afectos brotarán en nuestro corazón. No luchamos contra el pecado sofocando nuestros deseos y sentimientos. Luchamos contra el pecado al quitar las restricciones a nuestros afectos. Necesitamos sentir más, no menos. Y estos sentimientos necesitan venir del Evangelio.
A lo largo de este estudio, veremos cómo todo se reduce al corazón. Para más información, te invito a conseguir mi libro completo sobre este tema: Reactiva tu corazón.
Escritura
Acerca de este Plan
Muchos cristianos creen que la única forma de luchar contra el pecado es apretar los dientes y superar la tentación. Pero no puedes luchar contra el pecado con tu mente; debes combatirlo con tu corazón. Basado en el libro Reconecta tu corazón, estos diez días muestran algunos de los versículos más importantes sobre tu corazón. Te ayudará a descubrir cómo luchar contra el pecado al permitir que el Evangelio reconecte tu corazón.
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