Vive, ama, lideraMuestra

«Primera parte: Una vida grande – Un espíritu pionero.»

Cuando pensamos hoy en la palabra «pionero», al instante nos puede venir a la mente Amelia Earhart, el capitán James Cook, Cristóbal Colón, Albert Einstein, Steve Jobs y muchos otros que han cambiado el curso de la historia con su espíritu valiente y curioso. Sus vidas estuvieron dedicadas al descubrimiento y al progreso.

Jesús fue el pionero supremo. Él hizo lo que nadie había hecho antes, ni ha hecho desde entonces: murió por nuestros pecados y resucitó de los muertos.

Ser pionero requiere valentía, ingenio y sentido de aventura. Con un espíritu pionero debe venir la voluntad de fracasar y fallar, pero con una creencia inquebrantable en la visión a largo plazo del futuro. Ser pionero no viene sin oposición, pero la vida amplia y espaciosa que estamos buscando indudablemente nos exigirá correr algunos riesgos, salirnos de lo que conocemos y contrastar el coste de la comodidad presente con la recompensa futura. ¡Creo que es la voluntad de Dios que todos tengamos un espíritu pionero!

Todavía tenemos muchas personas a las que llegar con el amor de Dios en nuestra vida. Ya sea que se trate de algún vecino que conoces que se viste diferente y practica otra fe, o del adolescente sin hogar que pide limosna en la esquina, los «extraños» están siempre presentes. Puede que hayamos trazado un mapa de nuestro planeta muchas veces, pero todavía hay nuevos territorios de fe por explorar, naciones enteras que aún deben ser tocadas con la luz y el amor de Cristo.

Si quieres seguir a Jesús, caminar con Él de cerca y experimentar el poder de su amor, entonces debes ser un pionero, un líder apasionado en la exploración del desierto desconocido de tu vida espaciosa. Quizás no te veas a ti mismo como un líder, y mucho menos como un pionero, según la forma en que nuestro mundo y nuestra cultura lo define. Sin embargo, si sigues a Jesús, entonces eres un líder pionero. Tal vez no reconozcas la autoridad y los recursos que se te han dado, y otros pueden no reconocer tu liderazgo, pero si tienes al Espíritu Santo viviendo dentro de ti, Dios te ha ungido para liderar.

¿Qué es lo que está en tu mano ahora mismo que requiere el espíritu de un pionero? No importa dónde te encuentres en este momento de la vida, no es demasiado tarde. Nada es imposible para Aquel que te ha llamado y promete estar contigo a lo largo del camino.

Comienza hoy. Es hora de ver la vida con el espíritu de un pionero.

Oración: Señor, quiero seguirte con el espíritu de un pionero. Dame la valentía para aventurarme en esos lugares a los que me has llamado, y la sabiduría para reconocerlos.