Vive, ama, lideraMuestra
«Primera parte: Una vida grande – Amar incondicionalmente.»
Si tú deseas amar como Jesús amó, si quieres que tu vida se caracterice por el amor de una manera que refleje el corazón de Dios para todos aquellos que encuentres, entonces te recomiendo que prestes atención a la forma en que respondes a las personas que te hacen sentir incómodo. Ya sabes... los que son diferentes a ti de manera significativa, los que no te caen bien, los que no entiendes y no disfrutas. Las personas que tienen otras creencias, que practican diferentes estilos de vida y que tienen prioridades claramente distintas a las tuyas.
A pesar de lo dolorosas que a veces pueden ser las relaciones, somos seres relacionales creados a la imagen de Dios para pertenecer, servir, adorar y vivir en comunidad. Estamos llamados a ser sus manos y pies, y Dios a menudo toca nuestra vida a través de quienes nos rodean. Las relaciones son el alma de la iglesia.
Si bien hay muchas dimensiones diferentes del amor cristiano, creo que la capacidad de amar incondicionalmente es lo que más caracteriza la vida abundante y espaciosa que tenemos en Cristo. Yo sospecho que esta disposición a amar a los demás de forma incondicional, y su práctica regular, es algo que falta notablemente en la vida de muchos creyentes. Decimos que queremos amar a los demás como Dios nos ama, pero con demasiada frecuencia terminamos eligiendo comodidad y conveniencia en vez de compasión.
Como resultado de su amor incondicional a todas las personas, a menudo encontramos a Dios en medio de lugares y situaciones donde menos lo esperamos: en las esquinas de las calles y en los callejones, en los hospitales y las cárceles, en los orfanatos y los juzgados.
Sin embargo, el amor necesario para amar a las personas diferentes a nosotros siempre será sobrenatural.
¿Qué es lo que enmarca el tono de tu vida? ¿Con qué frecuencia vas más allá de tu zona de confort para llegar a las personas con las que estás en desacuerdo? La capacidad de disfrutar de una vida grande, espaciosa y abierta es directamente proporcional a tu capacidad de amar a todos, especialmente a aquellos que son diferentes a ti. Recuerda: dondequiera que encuentres personas, también encontrarás a Dios. Desafíate hoy a vivir fuera de ti mismo. Párate y dale tiempo a las personas con las que normalmente no te relacionas. Sé consciente de tu entorno y de las personas que pueden necesitar el amor de Cristo prodigado en ellos a través de ti. Debes estar dispuesto a ser un instrumento utilizado por Dios, no solo para las personas que amas y con las que estás de acuerdo, sino para aquellas con las que puedes encontrar dificultades o desacuerdos. Pídele a Dios que te dé sabiduría y fortaleza para que seas como Cristo con cada persona que encuentres.
Oración: Padre, anhelo amar a los demás como Tú me amas. Ayúdame a no juzgar, sino a amarlos sobrenaturalmente con un corazón abierto y sin condiciones.
Acerca de este Plan
Tu vida tiene un mapa de ruta único, un propósito propio, distinto e inigualable a cualquier otro. Este camino está listo para que lo conquistes, independientemente de lo lejos que estés en la senda de la vida, de cuántos errores hayas cometido o de los obstáculos que hayas enfrentado. Únete a Brian Houston de la Iglesia Hillsong en este viaje de 14 días a través de los principios VIVE, AMA, LIDERA que moldearán tu glorioso futuro.
More