Principios de vidaMuestra

Los momentos oscuros de nuestras vidas

Principio de vida 7: Los momentos oscuros de nuestras vidas durarán tanto como sea necesario para que Dios cumpla Su propósito en nosotros.

Si quieres lo mejor de Dios para tu vida y deseas ser usado por Él, en algún punto tendrás que viajar por la carretera de la adversidad. Esto significa que Dios puede y usará la adversidad en tu vida para un buen propósito—y aun así, tristemente, muchas personas ven la adversidad como si fuera sólo negativa y derrotista. Sin embargo, no tienes que ser una de esas personas.

Dios ha diseñado la adversidad, independientemente de su origen, para que se convierta en un punto de inflexión a partir del cual puedas dar tus mayores avances en el crecimiento espiritual. Él permite que la adversidad permanezca en tu vida sólo hasta que Él cumpla Su propósito en ti. No la mantendrá en tu vida ni un segundo más de lo necesario.

En este momento, justo donde estás, recuerda esto: Dios pone un límite a toda adversidad. Debido a qué eres un hijo de Dios, el Espíritu Santo está viviendo dentro de ti y sabe cuánto puedes cargar. El salmista dijo: “Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas” (Sal. 34:19). Y, “Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro” (Sal. 103:13-14).

A través de la adversidad, Dios te está moldeando para convertirte en un siervo maduro y eficaz. Cuando conoces a Cristo como tu Salvador, Dios te ve como a un santo—algunas veces peleando, algunas veces fallando, pero justificado, redimido, perdonado y reconciliado con Él. Él ve a una persona llena de Su amor incondicional, habitada por Su presencia, sellada por el Espíritu Santo de la promesa, cuyo nombre está escrito en el Libro de la Vida del Cordero. También ve todo tu potencial, todo el bien que podrías lograr para Su reino. Así que consuélate: la adversidad no se instalará permanentemente en tu vida. Pero cuando está presente, puede desarrollar cosas buenas si estás dispuesto a confiar en Él. Por lo tanto, sin importar los momentos oscuros que atravieses, confía en que Él te llevará a la luz. Y cuando Él lo haga, ciertamente valdrá la pena.