Principios de vidaMuestra

Fortalecido por Su presencia

Principio de vida 4: La conciencia de la presencia de Dios nos da energía para nuestro trabajo.

Si eres cristiano, entonces Jesucristo es tu supervisor en el lugar de trabajo—y no sólo te mira desde lejos, está ahí contigo donde estás. Tú y yo necesitamos dar un día completo de trabajo, sin importar si pensamos que la administración es justa. En última instancia, a quien servimos es a Jesús, y Él siempre está presente. Tú y yo debemos dar lo mejor de nosotros porque el Espíritu Santo está presente, equipándonos y dándonos energía.

Cometemos un terrible error al segmentar la vida. Podemos pensar que de lunes a viernes vamos al trabajo, sábado jugamos y el domingo adoramos. Dios no ha diseñado la vida de esa forma. Si Jesucristo es nuestro Salvador, no podemos excluirlo de alguna parte de nuestras vidas. No es correcto enseñar en la escuela dominical con todo lo que tenemos y luego errar en el trabajo el resto de la semana—debemos honrarlo y glorificarlo en cada cosa que hacemos. Elimina la tentación de hacer nuestro trabajo simplemente para ser vistos por los hombres cuando nos comprometemos de todo corazón con Jesús (Mateo 6:24).

¿Quiero decir que tu trabajo mundano es también el trabajo del Señor? ¡Sí! El ministerio no es sólo lo que haces en la iglesia. Adoras a Dios todos los días de la semana: el domingo, en la iglesia; de lunes a viernes, le demuestras tu devoción haciendo un buen trabajo. Tu exaltado estatus como hijo de Dios dignifica tu trabajo, y tu oficina o lugar de empleo debería ser mejor porque tú estás allí.

Sirves al Señor Jesucristo (Col. 3:24). ¿Tienes un buen testimonio en el mercado laboral por Él? ¿Eres uno de los empleados más fieles de la compañía porque sirves a Dios? ¿Tú actitud refleja el gozo que tienes de considerarlo a Él, el verdadero Jefe? Si es así, entonces realmente estás sacando el máximo partido a tu trabajo.