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El Milagro de PascuaMuestra

El Milagro de Pascua

DÍA 4 DE 8

PASCUA: EL DRAMA DIVINO


Escrito por Danny Saavedra


“Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí».  De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.” —1 Corintios 11: 23–25 (NVI)


Disfrutar de una buena comida mientras se celebra un día importante es delicioso, reunirnos con las personas que amamos, celebrar, dar gracias y compartir historias, recuerdos y sueños del futuro es algo que no debemos dar por sentado. Es algo que debemos apreciar y gozar.


En el versículo de hoy, el apóstol Pablo describe una comida festiva en familia entre Jesús y los discípulos. La comida que se describe aquí se encuentra en los cuatro evangelios y se conoce comúnmente como La ultima cena. Pero la ocasión que reunió a Jesús, sus discípulos y sus amigos más cercanos fue la celebración de la Pascua. 


La celebración de la Pascua fue posiblemente la festividad religiosa más importante del año para el pueblo judío en los días de Jesús y sigue siéndolo hoy. Esta narración historica del éxodo de Israel desde Egipto, fue realmente el principio de un drama divino escrito, producido y dirigido por Dios mismo. Antes de esto, los hijos e hijas de Israel habían estado en cruel esclavitud durante 400 años. Pero Dios no había olvidado Su gran promesa a Abraham (Génesis 12:2). Y cuando llegó el momento, Dios envió a Moisés para liberar a su pueblo del faraón. Pero el faraón no “dejó ir al pueblo” (Éxodo 7:14 NVI), por lo que Dios envió plagas: mosquitos, úlceras, ranas y más. 


Finalmente, llegó la décima plaga: la muerte del primogénito en cada hogar. Sin embargo, el Señor protegio la vida a sus seguidores quienes sacrificaron un cordero inmaculado y aplicaron su sangre sobre el dintel de sus puertas (Éxodo 11-12). Cuando el ángel de la muerte vio la sangre, pasó de largo por esas casas. Fue después de esta plaga, que el faraón finalmente dejó ir a los israelitas. 


¿Te imaginas cómo debe haber sido esa reunión histórica en Jerusalén? Imaginate a Jesús dirigiendo un Seder de Pascua, ¡nadie podría contar la historia mejor que Jesús! Y aún de manera más surrealista que eso, imagina ser uno de sus discípulos que experimentó lo más bello de esa noche: cómo todos los símbolos y elementos de la fiesta hablan de Jesús.  


A medida que pasó por todos los diferentes elementos y tradiciones, cada parte de la fiesta contó la historia de la redención y liberación suprema de Dios... que estaba a punto de vivir solo unas pocas horas después. 


Aquí hay algo que te puede interesar: la palabra utilizada para fiesta es miqra, que también significa “ensayo”. La otra palabra es moed, que significa “un tiempo designado; un tiempo fijo; una hora exacta.” ¡Qué ilustración más increíble! La Pascua, fue un ensayo para algo que se celebraría anualmente una y otra vez hasta que en un momento exacto y señalado, llegara el verdadero cumplimiento de esta. 


Después de 1.500 años de celebraciones de la Pascua, con símbolos y pan sin levadura, llego la hora y tuvo lugar el gran sacrificio de un cordero sin mancha... ¡No se necesitaron más ensayos, porque la Pascua se hizo realidad en Cristo! La noche conocida como La última cena, vio a Jesús y a sus discípulos celebrar la última fiesta de Pascua. En ese aposento alto, Jesús tomó el vino, que representaba la sangre del Cordero de Pascua y dijo: “Esta es mi sangre... que es derramada por muchos para el perdón de pecados.” (Mateo 26:28 NVI). Él partió el pan sin levadura, símbolo de impecabilidad, y dijo: “Este es mi cuerpo, el cual es entrgado por ustedes” (Lucas 22:19 NTV). 


Al día siguiente, en el altar de la eternidad, en una cruz reservada para un criminal, Jesús, el Buen Pastor, se convirtió en el Cordero de la Pascua. “Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados.” (Romanos 3:25 BSB). 


Cada vez que tomamos la santa cena, nosotros, al igual que nuestros hermanos en la iglesia primitiva (Hechos 20:7, 1 Corintios 10:16–17, 11:17–34), somos llamados a reflexionar y recordar como, el Señor Jesucristo ¡Nuestro Cordero de Pascua, nuestro éxodo de la tierra del pecado y la muerte, nos trajo a una nueva vida de libertad en Su reino eterno!

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

El Milagro de Pascua

Estas invitado a participar en nuestro Plan devocional de Pascua, el cual que te llevará a lo largo de la última semana de la vida de Jesús. Cada día, podras observar dónde estaba Jesús en Su camino hacia la resurrección...

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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://CalvaryFTL.org

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