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Imitadores de Dios: Devociones para Niños del Ministerio Tiempo de GraciaSample

Imitadores de Dios: Devociones para Niños del Ministerio Tiempo de Gracia

DAY 20 OF 33

Todo lo que necesitas Un amigo mío tiene un perro y un gato. El perro tiene el privilegio de pasar la mayor parte de su vida en las comodidades de la casa; el gato tiene la libertad de vivir por fuera, trepándose a los árboles y persiguiendo a las ardillas por todas partes. El problema es que a menudo el perro se sienta y mira por la ventana, preguntándose por qué no puede ser libre, y el gato se sienta en la puerta trasera maullando lastimeramente, con el deseo de entrar. Cada uno piensa que al otro lo tratan mejor. ¿No ocurre lo mismo con nosotros? Aunque en nuestra vida suceden cosas muy buenas, miramos las cosas buenas que Dios les da a otras personas y comenzamos a pensar que las nuestras no son tan buenas como las de ellas. El apóstol Pablo nos dice que estar contentos con lo que tenemos no es algo que hacemos de forma automática; es un comportamiento aprendido y nosotros también lo podemos aprender. “pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” (Filipenses 4:11,12). Repite conmigo, todos los días si es necesario, hasta que se grave profundamente en ti: "Estoy contento. Jesús me da todo lo que necesito".Todo lo que necesitas Un amigo mío tiene un perro y un gato. El perro tiene el privilegio de pasar la mayor parte de su vida en las comodidades de la casa; el gato tiene la libertad de vivir por fuera, trepándose a los árboles y persiguiendo a las ardillas por todas partes. El problema es que a menudo el perro se sienta y mira por la ventana, preguntándose por qué no puede ser libre, y el gato se sienta en la puerta trasera maullando lastimeramente, con el deseo de entrar. Cada uno piensa que al otro lo tratan mejor. ¿No ocurre lo mismo con nosotros? Aunque en nuestra vida suceden cosas muy buenas, miramos las cosas buenas que Dios les da a otras personas y comenzamos a pensar que las nuestras no son tan buenas como las de ellas. El apóstol Pablo nos dice que estar contentos con lo que tenemos no es algo que hacemos de forma automática; es un comportamiento aprendido y nosotros también lo podemos aprender. “pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” (Filipenses 4:11,12). Repite conmigo, todos los días si es necesario, hasta que se grave profundamente en ti: "Estoy contento. Jesús me da todo lo que necesito".
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