Imitadores de Dios: Devociones para Niños del Ministerio Tiempo de GraciaSample
Corre y no te rindas jamás
¿Eres adicto a los Juegos Olímpicos? ¡Yo lo soy! Me encanta ver a los mejores atletas del mundo cuando compiten por las medallas de oro. ¿Y se espera que una estrella de la pista aparezca para su competencia con sombrero de invierno, guantes, chaqueta, pantalones para la nieve y botas? Si lo hiciera, uno podría pensar que está demente, ¿verdad? Nadie que tenga el deseo de ganar podría pensar en usar una ropa tan abultada, porque perdería, con toda seguridad.
Dios quiere que pensemos en la ropa que usamos para las olimpiadas de nuestra vida personal. “despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1).
Mientras estás corriendo la carrera de tu vida, ¿Qué pecado te frena? ¿Qué hábitos, aficiones o amistades se enredan alrededor de tus piernas y te hacen tropezar? Correr no es divertido cuando uno está demasiado acalorado y sudoroso, y vestido con ropas voluminosas. Quítate todo eso de encima y disfruta de la carrera.
Oh! En la carrera de Dios, él quiere que todos tengan el oro. Por eso, mientras corres, anima a los corredores que van cerca de ti. Que lleguen a la línea de meta tantas personas como sea posible.Corre y no te rindas jamás
¿Eres adicto a los Juegos Olímpicos? ¡Yo lo soy! Me encanta ver a los mejores atletas del mundo cuando compiten por las medallas de oro. ¿Y se espera que una estrella de la pista aparezca para su competencia con sombrero de invierno, guantes, chaqueta, pantalones para la nieve y botas? Si lo hiciera, uno podría pensar que está demente, ¿verdad? Nadie que tenga el deseo de ganar podría pensar en usar una ropa tan abultada, porque perdería, con toda seguridad.
Dios quiere que pensemos en la ropa que usamos para las olimpiadas de nuestra vida personal. “despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1).
Mientras estás corriendo la carrera de tu vida, ¿Qué pecado te frena? ¿Qué hábitos, aficiones o amistades se enredan alrededor de tus piernas y te hacen tropezar? Correr no es divertido cuando uno está demasiado acalorado y sudoroso, y vestido con ropas voluminosas. Quítate todo eso de encima y disfruta de la carrera.
Oh! En la carrera de Dios, él quiere que todos tengan el oro. Por eso, mientras corres, anima a los corredores que van cerca de ti. Que lleguen a la línea de meta tantas personas como sea posible.
Scripture
About this Plan
Este plan de lectura ha sido diseñado para las conversaciones padre / hijo, en las que se comparte el mensaje de Dios en la vida del día a día.
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