LibérameSample

Libérame de las limitaciones físicas: Estoy discapacitado ¿Alguien en su familia tiene una discapacidad? ¿Usted? Mi familia cercana ha sido tocada por el polio, hidrocefalia, espina bífida y el síndrome de Williams (falta de genes que inhibe el crecimiento físico completo). Jesús se encontró con muchas personas con discapacidad y las amó a todas. “Otra vez entró Jesús en la sinagoga. Había allí un hombre que tenía seca una mano” (Marcos 3:1). ¿Qué cree que implica tener una mano seca? Que no se pueden practicar la mayoría de los deportes, ¿no le parece? Será mejor que le guste el fútbol. ¿Quizás un poco de dificultad para impresionar a las chicas? Los empleadores lo piensan dos veces cuando se trata de contratar personas mancas. Jesús sanó al hombre de la sinagoga al instante, milagrosamente, con una palabra; su corazón se llenó de compasión por su hermano afligido, aunque su principal misión en la tierra no era sanar a las personas con discapacidad. Cuando él se fue, seguía habiendo muchas personas con discapacidad en la tierra, y hoy hay más. La misión principal de Jesús fue demostrar con hechos y palabras que el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, había venido a la tierra para enseñar, sufrir, morir y resucitar. Su mayor regalo en este momento para nosotros, discapacitados y “minusválidos”, no es la restauración de cuerpos deteriorados, sino la restauración de nuestras almas rotas, por medio del perdón de los pecados. La completa restauración del cuerpo vendrá después.