Abraham

Un hombre que creyó

Reflexión:

Dios revela sus secretos a aquellos que son íntimos con Él, y Abraham fue uno de ellos.
Lo que me impacta es que Abraham era un ser humano común, como tú y como yo, pero fue llamado “amigo de Dios".

Al estudiar su vida, vemos cómo Abraham obedeció a Dios sin reservas. Cuando Dios le pidió que dejara su tierra y su familia, Abraham obedeció sin saber adónde iba. Cuando Dios le pro- metió un hijo, Abraham creyó a pesar de las circunstancias. Y cuando Dios le pidió sacrificar a su hijo Isaac, Abraham obedeció, confiando en que, aunque no entendiera el propósito, Dios tenía un plan.

Parece que Abraham tenía una relación tan cercana con Dios que reconocía Su voz. No solo la escuchaba, sino que también decidía confiar en las promesas de Dios, independientemente de las circunstancias, y por esa fe, obedecía todo lo que Dios le pedía.

Abraham confiaba plenamente en el Señor, y esa misma relación de confianza y amistad con Dios está disponible para nosotros hoy. Dios quiere compartir sus secretos con nosotros y prepararnos para lo que está por venir, pero necesitamos aprender a escuchar Su voz. Este es un llamado que también me hago a mí misma.

Oración:

Señor, no quiero perder el privilegio de conocerte íntimamente. Ayúdame a escuchar Tu voz, no solo de vez en cuando, sino todos los días de mi vida. Quiero que tomes mi mano y me guíes por el camino que debo andar.

Te pido perdón porque he permitido que mi tibieza espiritual fuera lo que me llevara de la mano, mi poca hambre de buscarte y poner tantas de cosas antes de Ti.

¡Espíritu Santo, te rindo mi vida! Revela a Cristo en mi corazón y pon en mí el deseo ardiente de buscarte con todo mi ser. En el nombre de Jesús, amén.