Salmo 27. Buscando El Rostro De DiosSample
Al meditar en este salmo, he llegado a la conclusión de que puede haber muchas personas en este mismo instante, cristianos piadosos que aman al Señor, pero que sienten que hay algo que les falta en sus vidas o en su relación con Dios.
En las plataformas evangelísticas digitales, frecuentemente nos escriben buscadores en línea y nos dicen que en sus iglesias se ha perdido la pasión, el amor, el fuego del primer amor por el misterio que encierra la búsqueda de Dios. Nos cuentan que todo se ha vuelto monótono y frío: “Al terminar el sermón y al volver a casa, nos preguntamos: ¿Por qué nuestro corazón se siente entristecido, no avivado?” Se preguntan.
Al observar la vida de David y su relación con Dios, descubro que este hombre era un apasionado por Dios. Él quería conocer la vida, la realidad detrás de los rituales religiosos. ¿Quién era la oveja del sacrificio? ¿Cuál era la realidad detrás del incienso, los candelabros?
El corazón de David anhelaba saber, descubrir el misterio: “Ya no puedo más; no puedo seguir así. Simplemente no estoy satisfecho. No pasaré el resto de mi vida con estos anhelos espirituales insatisfechos. Deseo más…” Pienso que esto era lo que él decía para sí mismo: “Desde ahora en adelante, tengo un objetivo, la razón de mi vida, una búsqueda en mi vida. Viviré en la presencia del Señor y le preguntaré a Él hasta que obtenga lo que mi corazón anhela”. ¡Wow! Esto es ardiente pasión por Dios.
Este hombre piadoso estaba cansado de ceremonias vacías, de mirar a sacerdotes y adoradores siguiendo formas religiosas sin vida. David vio en sus rituales una forma religiosa más, una que había perdido poder. A lo mejor, querido lector, esta es una de las razones por las cuales la gente deja la adoración genuina a Dios y se torna a ídolos o influencers de moda.
¿Acaso será que se está perdiendo la pasión? Amamos la casa de Dios, pero ¿qué pasó con la vida, el fuego, el calor por dentro, la endotermia? La ley todavía se enseña, pero se ha convertido en letra muerta.
¿Qué tal tú?
- ¿Hay áreas en tu vida espiritual que se sienten como una región muerta y sin fruto?
- ¿Qué podrías hacer para revivirlas con la misma pasión y enfoque que David tenía por habitar en la casa del Señor?
- Una región muerta carece de agua, luz y cuidado. ¿De qué manera podrías permitir que la "luz" de Dios y el "agua viva" de su Espíritu revivan tu alma y la llenen de fruto?
¡Medita en esto!
Scripture
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En este espléndido Salmo, leeremos una plagaría urgente e intensa y cómo David le ruega a Dios que tenga de él misericordia: “Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo; compadécete de mí y respóndeme”. Descubriremos en su oración como él entrelaza su clamor, su petición urgente con su más anhelado deseo, algo que le consumía totalmente y era: “Habitar en la casa del Señor todos los días de su vida”.
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