CONTENDER siendo pacientes con los que tienen dudas

“A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne…” (Judas 22-23).

Devocional

Mientras escribo estas líneas, llegan noticias de personas inocentes que han perdido sus vidas en conflictos sin resolver. Lamentablemente, las bombas no saben distinguir entre civiles y militares.

En su carta, Judas nos recuerda que la Iglesia está en guerra. Es una guerra contra todos aquellos pensamientos que se levantan con arrogancia contra Cristo y Su Evangelio. Como en todos los conflictos, hay escombros y sufrimiento. La única manera de reducir el impacto es adoptar una actitud diferente según el papel que cada cual interpreta en este conflicto. Al final de su breve carta, Judas les recuerda a sus oyentes de la necesidad de saber distinguir entre las diferentes personas involucradas y, entonces, adoptar la actitud apropiada.

En primer lugar, estaban los que dudaban. Judas recalca la necesidad de compasión pastoral, porque estas personas habían sido desorientadas por doctrinas falsas.

Aún hoy, vivimos en un contexto en el cual las medias sociales han abierto la puerta de nuestras iglesias a toda clase de teorías que pueden infundir dudas y confusión, y no solamente en creyentes inmaduros. Nosotros, como líderes, no podemos ni debemos tratar a estas personas con superficialidad. Hay que tratar sus dudas con amor y compasión.

Luego estaban aquellos que habían sido convencidos por doctrinas falsas. Estas enseñanzas habían producido un impacto devastador en su comprensión del Evangelio. Y sin el Evangelio, no hay salvación. La reacción en este caso debía ser decisiva, ¡había que arrebatarlos del fuego del juicio! En cuanto a nosotros, ¿Cómo reaccionamos cuando nos toca afrontar a personas que han sido confundidas? ¿Somos conscientes de que su comprensión del evangelio es de vital importancia para su salvación? ¿Cuántas veces vamos a tomar un café con ellos antes de proclamar las Buenas Noticias sin pelos en la lengua? Tristemente, a veces olvidamos que estamos en una casa en llamas, y que tantas personas a las que amamos están ya quemándose en vida.

Finalmente, estaban los que no solamente fueron seducidos por la mentira, sino también se convirtieron en sus maestros. Necesitan misericordia, seguro, dice Judas, pero sin aplicarla de manera ingenua. Los líderes deberían ser prudentes y no permitir que los maestros falsos hicieran discípulos

Hoy en día, las modas religiosas aparecen en nuestras iglesias y son recibidas con una superficialidad ingenua. Muchas de ellas han producido una división en la iglesia. Solamente un temor ‘sólido’ de la Palabra de Dios nos puede dar la sabiduría necesaria para mantenernos vigilantes sobre el rebaño de Dios.

¡Estamos en guerra! En esta guerra, más que en cualquier otra, hay que evitar que se produzcan bajas. Solo al discernir correctamente, y adquirir un corazón sabio, es posible tratar con amor a los que dudan, a los confundidos con franqueza, y a los herejes con prudencia.

Acción de gracias

Señor te damos gracias porque has dado sabiduría a los que te la piden. Gracias que no nos hemos quedado solos en esta batalla por la fe, sino que Tú nos guías con tu discernimiento para saber distinguir entre los que son víctimas y los que levantan sus pensamientos contra ti.

Confesión

Padre, reconocemos que muchas veces hemos mostrado intolerancia hacia los que dudan, liviandad hacia los perdidos y tolerancia hacia los pastores falsos. Como consecuencia, se ha condenado a los que necesitaban ayuda, y se ha dado lugar a los que han desviado de la fe a muchas almas. Pedimos tu perdón por esto y confiamos en tu gracia.

Petición

Te suplicamos, oh, Señor, que concedas mucho discernimiento; no sólo a los que has llamado a ser líderes desde el púlpito, sino a todo el pueblo de Dios, para que sepan discernir la verdad del error y, también, tener la actitud correcta en este conflicto inevitable. Te pedimos estas cosas en el nombre de Cristo, nuestro Señor.

Marco Cocuzzi

AEI – Distrito Central

Pastor, Iglesia Cristiana Bíblica