Amor, Intimidad Y Sexo en La Segunda Mitad Del Matrimonio: Parte 3 - SEXOSample
Aceptar las diferencias
Hacer el esfuerzo de comprender a tu cónyuge es esencial cuando se habla de sexo. Somos diferentes, y no sólo físicamente. Génesis 1:27 nos dice que Dios creó al hombre. Luego, en Génesis 2:18, 22-24, creó a la mujer. Vemos que ambos fueron creados a imagen de Dios, pero con diferencias únicas.
La mayoría de nosotros ya se ha dado cuenta de que existen diferencias que quizá no comprendamos del todo, pero aceptarlas marca una gran diferencia en nuestra vida sexual. Cuando ambos aceptamos estas diferencias, nuestra vida sexual es mucho mejor.
Los hombres tienden a preocuparse más por el acto sexual. Las mujeres tienden a preocuparse más por el estado de la relación. Esto no es un absoluto, y a veces los papeles se invierten, pero aquí estoy hablando de la mayoría. Los hombres suelen ser más fuertes que las mujeres físicamente, por lo que los maridos están llamados específicamente a ser considerados y honrar a su mujer (1 Pedro 3).
En general, los hombres tienen deseos y necesidades más frecuentes que su mujer. Creo que el hecho de que los hombres sean muy visuales tiene mucho que ver en esto. La mayoría de los hombres tienen límites más amplios en el sexo. En otras palabras, lo que pensamos en relación con el sexo puede ser diferente de lo que piensa nuestra mujer. Esto no es algo correcto o incorrecto, sólo una diferencia.
En cambio, las mujeres tienden a valorar más la conexión relacional, la confianza y el compromiso. Una mujer es muy vulnerable en el sexo, por lo que necesita sentirse segura y aceptada para poder abrirse en la relación sexual. Necesita sentirse segura. Las mujeres también quieren saber que su marido disfruta del tiempo que pasa con ella.
He aquí un ejemplo para ti. Ha habido momentos en nuestro matrimonio cuando miraba a Nancy y pensaba que era lo más sexy que había visto nunca, pero al mismo tiempo me miraba y pensaba en lo impaciente que había sido con ella esa mañana. Sin embargo, esta diferencia tiene mucho valor: aprendemos el uno del otro. Cada uno aprende a valorar lo que quiere el otro. Aprendemos a comunicar nuestras necesidades y deseos, a trabajar juntos, a llevar las cuentas cortas y a lo importante que es el sexo en nuestra relación.
Nuestra relación sexual siempre es mejor cuando nuestra relación en general es mejor. Lo que no debemos hacer es dejar que estas diferencias se conviertan en obstáculos. Tenemos que aceptarlas.
Cosas en las que pensar
⦁ ¿Qué diferencias afectan tu vida sexual?
⦁ ¿Cómo puedes empezar a aceptar estas diferencias?
About this Plan
Llamemos segunda mitad del matrimonio a la etapa que comienza cuando tu último hijo se va de casa. Ahora sólo son ustedes dos. ¿Cómo será esta etapa? ¿Qué tiene Dios para ustedes? Este plan, basado en el Libro del Dr Kim Kimberling "Amor, intimidad y sexo en la segunda mitad", examina lo que dicen las Escrituras sobre el sexo en la segunda mitad del matrimonio.
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