¿Cómo Deberíamos Elegir Nuestros Pasatiempos?Sample
El entretenimiento y Dios
Los recientes avances tecnológicos han dado a nuestra generación un acceso constante a todas las formas de entretenimiento. A diario se nos presenta una gran cantidad de medios para pasar el tiempo. No tiene que ser Navidad o nuestra fiesta de cumpleaños para divertirnos. Por ejemplo, existen numerosos servicios de transmisión, como Hulu, Netflix y Disney Plus, donde podemos tener acceso instantáneo durante todo el día a cualquier película o programa que queramos ver. Por otro lado, tenemos servicios de videojuegos que han inundado nuestros hogares, atrayendo especialmente a nuestros adolescentes y convirtiéndose en una adicción para algunos de ellos.
Esta realidad plantea importantes interrogantes para los cristianos. Primero, ¿qué tipo de entretenimiento deberían elegir los creyentes? Porque como cristianos queremos saber cómo tomar buenas decisiones respecto a nuestro entretenimiento: ¿qué, formas de diversión son apropiadas e inapropiadas para los creyentes? ¿Qué películas, programas de televisión o videojuegos están bien y cuáles están fuera de los límites? En segundo lugar, ¿cuánto es demasiado? ¿Cuánto tiempo pueden dedicar los creyentes al entretenimiento?
Como hijos de Dios nos hacemos estas preguntas porque vivimos bajo la constante tensión de estar en este mundo, pero de no ser de este mundo. Jesús reconoció esta realidad y oró al Padre para que sus discípulos fueran santificados por la verdad de la Palabra de Dios y protegidos del mal. Al mismo tiempo, hay un lugar para el entretenimiento en nuestras vidas. La Biblia dice que Dios nos ha dado todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Nuestro Padre Celestial es divertido. No es un aguafiestas. En Cristo se nos da la libertad de tomar decisiones personales. Todo está permitido para nosotros, pero no todo es beneficioso. Somos libres de tomar decisiones sabias.
Para usar nuestra libertad sabiamente, seguimos ciertas pautas. Primero, nunca debemos usar nuestra libertad para complacer nuestra carne, las concupiscencias mundanas o los deseos pecaminosos. No fuimos hechos libres para pecar. Somos libres para servir a Cristo. También somos libres para servir a los demás. Esto conduce a la segunda pauta. Si bien somos libres de hacer lo que queramos, nuestra libertad nunca debería ser un obstáculo para nadie. Entonces, si sabemos que a un compañero cristiano, un miembro de la familia o a un amigo le molesta nuestra elección de entretenimiento, no debemos hacerlo. Si nos atenemos a estas dos pautas, elegiremos sabiamente y glorificaremos a Dios incluso mientras nos entretenemos.
About this Plan
A los cristianos nos gusta divertirnos. Con los avances tecnológicos, muchas formas de entretenimiento están instantáneamente al alcance de la mano. Surgen varias preguntas cuando se trata de entretenimiento. ¿Qué formas de distracción son apropiadas para los creyentes? ¿Cuánto tiempo deberíamos dedicar al entretenimiento? Este devocional enseña a los cristianos cómo elegir opciones de entretenimiento que sean beneficiosas, sanas para sus familias y que honren a Dios.
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