Orando Con Sabiduría Y RevelaciónSample

Cuando le tocó el turno a Pedro, éste le dijo a Jesús: —Señor, no creo que tú debas lavarme los pies. Jesús le respondió: —Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás. Pedro le dijo: —¡Nunca dejaré que me laves los pies! Jesús le contestó: —Si no te lavo los pies, ya no podrás ser mi seguidor. (Juan 13:6-8).

Señor Jesús y Dios Padre Omnipotente: Gracias por permitirme experimentar tu Gracia y también darme la oportunidad de compartirla con los demás.

Siempre habrá una lucha con el deseo propio de buscar aceptación, grandeza y posición; pero es tu Espíritu quien aquieta mi alma y me da la paz y la sabiduría que necesito para reconocer mi necesidad de ti y la humildad para rendirme a tu voluntad. Aunque en ocasiones no entienda lo que estás haciendo, cuando tengo que pasar por desiertos donde no hay consuelo y las palabras sobran, solo me queda atravesar el dolor, tomada de tu mano de Gracia extendida para mí. Tú enjugas mis lágrimas, renuevas mis fuerzas y me das nuevo aliento al seguir lavando y secando mis pies para continuar caminando en un mundo tan imperfecto, lleno de enfermedad, egoísmo y muerte.

Gracias porque al final de cada prueba o situación adversa o no, paso de enfocarme en los porqué, y tú me dejas ver los para qué. Gracias, Amado Dios, porque sé que a ti nunca te molestarán mis preguntas. A pesar de mis limitaciones para entenderlo todo, tú me has dado el regalo de tu Espíritu Santo que me fortalece, me enseña y me guía a comprender tus propósitos en cada circunstancia de mi vida.

En el precioso nombre de Jesús,

¡Amén!

Tal vez hoy no entiendas muchas de las cosas que Dios está haciendo en tu vida, pero de la mano del Espíritu Santo irás descubriendo los propósitos divinos en cada una de tus circunstancias.