Líderes como CristoSample
Vicio vs. virtud: poder y humildad
Dondequiera que miremos, en todas las esferas de la sociedad, vemos personas que ejercen poder sobre otras con fines egoístas. En todo el mundo, vemos que el poder se utiliza de forma corrupta, en los países más influyentes y en las naciones aparentemente más insignificantes.
Vemos cómo se utiliza el poder para oprimir a otros a través del capitalismo y el comunismo, y cómo se utiliza el poder para sobornar a los que están en los pasillos del congreso y a los que están en las calles. Vemos la esclavitud en el Sur y en el Norte Global. El abuso abunda en los hogares de los ricos y los pobres, los educados y los incultos, tanto en las industrias de cuello blanco como en las de cuello azul. El mal uso del poder se da entre quienes menos lo esperamos, incluso dentro de nosotros mismos.
Como escribió Lord Acton, historiador inglés del siglo XIX: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Todos lo hemos visto y hemos sentido sus efectos. La ironía del poder es que es un don de Dios.
En el principio, Dios creó a la humanidad, nos bendijo y nos encargó que aprovecháramos el poder para ser una bendición para su creación. En el Jardín del Edén, epicentro de la creación, la belleza y la bendición, Satanás tentó a Adán y Eva para que utilizaran su poder con fines egoístas, provocando la caída y la corrupción de la humanidad para todas las generaciones venideras.
La segunda tentación de Jesús es casi como ver un remake o nueva versión de la película de la Caída y, como la mayoría de los remakes, es una decepción, al menos en este caso para Satanás.
En Mateo 4:5-7 leemos: “Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del Templo”.
Al igual que Washington DC y la Casa Blanca son símbolos de poder para los Estados Unidos de América, Jerusalén y el templo eran epicentros de poder para el pueblo judío. ¿Qué mejor lugar podría haber elegido Satanás para tentar a Jesús para que se aferrara al poder?
“Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Pues escrito está: ‘Ordenará que sus ángeles te protejan y ellos te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna’”.
Casi podemos oír a Satanás incitando a Jesús de nuevo. “Si realmente eres el Hijo de Dios, ¡demuéstralo, salta! ¡Que todos veamos tu poder! El Salmo 91 dice que Dios te protegerá. Si realmente tienes fe, Dios te atrapará”.
Nuevamente, vemos que la verdadera motivación de Satanás es persuadir a Jesús para que intercambie las cosas que lo diferencian del resto de la humanidad —su identidad (como Hijo de Dios) y su posición (con el Espíritu)— por las recompensas huecas del pecado.
¿Cómo responde Jesús? “También está escrito: ‘No pongas a prueba al Señor tu Dios’”.
En un momento de gran tentación, Jesús venció el vicio del poder ejerciendo la virtud de la humildad. No intentó ejercer sus privilegios divinos para demostrar su poder. En lugar de ello, eligió la humildad descansando en su identidad como Hijo de Dios. Satanás no pudo arrojarlo del borde del templo porque Jesús confió humildemente en la guía del Espíritu.
Jonathan Edwards, el predicador estadounidense del siglo XVIII, dijo una vez: “Nada pone a una persona tan fuera del alcance del diablo como la humildad”.
Jesús demuestra la verdad de esta afirmación. Escogió el camino de la humildad como el camino de resistencia al diablo. En lugar de demostrar su poder al diablo al borde del templo, Jesús elige desatar su poder en la cruz, cambiando para siempre el curso de la humanidad a través de su sangre. En lugar de utilizar insensiblemente su poder para obtener beneficios egoístas, Jesús elige utilizar su poder para desatar bendiciones sobre toda la humanidad.
Dios creó el poder para traer bendición, pero Satanás desea usarlo como una maldición. Consideremos cómo Satanás podría estar tentándonos a abusar y hacer mal uso de nuestra influencia, habilidades, relaciones, iglesias, dinero, liderazgo y recursos para nuestro propio beneficio egoísta. Del mismo modo, consideremos cómo Jesús puede estar llamándonos a seguir humildemente sus pasos y hacer avanzar su reino en lugar del nuestro.
About this Plan
Explore las cualidades de los líderes como Cristo que influyen en iglesias y en diversos sectores de la sociedad. Adéntrese en temas de amor, dirección guiada por el Espíritu y la batalla entre el vicio y la virtud. Crezca en liderazgo y fe mientras abraza la transformación para ser un líder que refleje a Cristo marcado por la humildad, la integridad y la sencillez.
More