Cómo Manejar Mi EnojoSample
La ira es desagradable para el Señor
La ira es un problema para muchos cristianos porque es confusa, poderosa y peligrosa. Muchas veces, también nos sentimos justificados en nuestra ira: nos enojamos cuando pensamos que una persona o una situación que causa la ira está mal. Queremos corregir el asunto. La Escritura, sin embargo, nos dice que la justicia de Dios no se logra en nuestra ira. Tenemos que superar esta emoción. Superar la ira es una batalla que comienza en nuestras mentes. Debemos recordar que nuestra ira orgullosa es pecaminosa. Es desagradable para el Señor.
Siendo que la ira se origina en el orgullo, la única manera de superarla es humillarnos ante Dios. Tenemos que preocuparnos más por el honor y el placer de Dios que por el nuestro. También tenemos que preocuparnos más por las personas que nos están haciendo enojar que por nosotros mismos. Entonces, tenemos que llegar al fondo de cada tema que está provocando ira en nuestros corazones. La verdad es que cada asunto tiene una naturaleza espiritual.
En otras palabras, necesitamos encontrar la razón espiritual de nuestro problema. Por ejemplo, si nuestros hijos están poniendo a prueba nuestra paciencia por comportarse mal, debemos recordar que son regalos de Dios. Dios los ha confiado a nuestro cuidado. Debemos pastorearlos y guiarlos para que caminen por los caminos del Señor. El tema más importante no es lo que estamos luchando con ellos en el momento. Hay algo más grande en juego, algo a largo plazo. Necesitamos recordar esta verdad. Nos ayudará a apartar la ira, a buscar al Señor para tener ayuda sobre el tema y a manejar la ira con su guía y la actitud que nos da.
Vivir en la verdad de Dios comienza con nosotros teniendo nuestros ojos en Cristo en todo momento. La Escritura dice que complacer al Señor debe ser nuestro anhelo. Una vez que consideremos la ira como peligrosa y recordemos que Dios ni siquiera quiere que otras personas se asocien con nosotros si operamos fuera de esta emoción, pues encontraremos una manera de superarla. Reconocer que la ira es un pecado nos recuerda que Cristo nos liberó de cualquier pecado. Nos da el poder de su Espíritu para apartar el pecado de la ira. Ahora, necesitamos elegir guardar su Espíritu.
About this Plan
Muchos cristianos luchan con ira. Es una emoción peligrosa, poderosa, pero confusa. La Biblia diferencia entre la ira justa y la ira pecaminosa. También proporciona herramientas para superar este último. Este devocional ayuda a los creyentes a entender la ira, conocer sus raíces y aprender a controlarla. Los cristianos pueden vivir sus vidas llenas de emociones que son agradables al Señor.
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