Cómo Manejar Mi EnojoSample
«La ira es justa»
Es otra razón por la que la ira puede ser un sentimiento confuso para cualquier cristiano. Algunas Escrituras hablan de ira recta. Por ejemplo, el Antiguo Testamento describe a Dios como un juez justo que siente indignación todos los días. El Nuevo Testamento describe a Jesús como enojado con la incredulidad u otros pecados que encontró. Además, se nos dice como creyentes que estemos enojados y que no pequemos. Así que necesitamos entender la diferencia entre la ira pecaminosa y la ira justa.
La ira justa siempre está dirigida al pecado. Surge de la obediencia a la Palabra de Dios. Cuando estamos llenos del Espíritu de Dios, sabemos que honrar a Cristo es nuestra prioridad. Sin embargo, nos sentimos angustiados porque nos ofende lo que ofende a Dios. La ira pecaminosa surge de nuestro orgullo. Estamos en el centro. La ira justa surge de nuestro deseo de honrar al Señor: Él está en el centro.
Por ejemplo, podríamos ver a alguien en nuestra iglesia viviendo en pecado y sin actuar de acuerdo con la Palabra de Dios. Eso puede hacernos enojar. Nos hace enfrentar a un hermano sobre su comportamiento. La Escritura en realidad nos alienta a hacerlo. Nos dice que, si nuestros semejantes pecan contra nosotros o delante de nosotros, debemos enfrentarnos a tal persona en la verdad de la Palabra de Dios y con dulzura.
Sin embargo, debemos tener cuidado incluso con la ira justa. Puesto que puede caer en la ira pecaminosa muy fácilmente. Podemos tomar las cosas como algo personal. Es por eso que la Escritura nos dice que estemos enojados, pero que no pequemos. Eso es porque la ira puede despertar fácilmente nuestra carne. En otras palabras, si estamos enojados por el pecado de un individuo, todavía tenemos que asegurarnos de que enfrentaremos a esta persona con amor. También debemos ejercer paciencia y perdón hacia esa persona. Es maravilloso que este individuo acepte nuestras palabras y cambie su comportamiento. Sin embargo, si la persona no nos escucha o no cambia el comportamiento inmediatamente, todavía estaremos disponibles para tratarlos con amor. Nuestros hermanos creyentes son siervos de Dios, no nuestros. Debemos tener cuidado de nunca convertirnos en el centro de la imagen. En el momento en que lo hacemos, la ira justa se convierte en ira pecaminosa. Necesitamos mantener nuestros ojos en Jesús en medio de todos nuestros sentimientos y emociones.
About this Plan
Muchos cristianos luchan con ira. Es una emoción peligrosa, poderosa, pero confusa. La Biblia diferencia entre la ira justa y la ira pecaminosa. También proporciona herramientas para superar este último. Este devocional ayuda a los creyentes a entender la ira, conocer sus raíces y aprender a controlarla. Los cristianos pueden vivir sus vidas llenas de emociones que son agradables al Señor.
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