¿Cómo superar las batallas que enfrento como joven?Sample
¿Qué hago con mis impulsos y deseos sexuales?
Si piensas que te daremos la solución para no tener más estos impulsos carnales que sientes que te gobiernan, déjame confesarte que no. No existe una solución para matar esos sentimientos a menos que tomes la decisión diaria de entregarlos a Jesús.
Sentir deseo sexual, y de pronto tener esos impulsos que te quieran llevar a seguir por el camino equivocado es natural en el ser humano. Sin embargo, cuando tu carne no es quien te gobierna puedes ejercer control sobre ellos.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7).
Dominio propio. Esa es la palabra clave.
Para poder vencer tu carne debes dejarle saber quién manda. Una vez que te has entregado a Dios, el Espíritu Santo que vive dentro de ti es quien debe llevar el mando, pero Él no se impone sobre tus decisiones, sino que debes establecer tu norte y mantenerte firme para que sea el Espíritu de Dios ayudándote y guiándote en todo.
“He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí" (Galatas 2:20).
Así que, si me preguntaras, ¿qué puedo hacer con mis impulsos y deseos sexuales?
Te daría estas pautas:
- Reconoce que necesitas ser trabajado en esta área de tu vida.
- Identifica qué detonantes hacen elevar tus impulsos y deseos sexuales.
- Cambia esos detonantes por hábitos sanos que incluyan un recordatorio de la Palabra De Dios en tu vida.
- Ora y entrégaselo al Señor para que te ayude a ser fuerte en los momentos de tentación.
Y, por último, recuerda que nuestra lucha contra los deseos carnales NO acabará para siempre. Siempre tendremos cosas en qué ser trabajados y moldeados, así que no te sientas mal ni avergonzado, mas bien aprende a depender del perfeccionamiento que Dios hará en ti hasta su próxima venida.
No tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecados (Hebreos 4:15 RVR1995).
“No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo” (Filipenses 3:12 NTV).
About this Plan
En nuestra juventud, muchas cosas nos abruman pero no sabemos como enfrentarlas. Es por esto que este plan nos ayudará a identificar con qué estamos luchando y cómo, a través de la Palabra de Dios, podemos derribarlo.
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