LibertadSample
Libertad del pasado
No hay peor cosa que el remordimiento, nos carcome los huesos. Todo lo que permitimos sin tener la valentía de detener o denunciar, lo que hicimos o dejamos de hacer, las malas decisiones o elecciones que tomamos, o ese pecado que cometimos que no nos perdonamos, nos persiguen día a día como un recordatorio permanente de nuestra falta de sabiduría. No lo sé, pero eso es un ancla que nos mantiene hasta el fondo de la depresión y nos priva de la libertad.
Piensa hoy que ya no eres esa persona, y repite: “Ya no soy esa persona del pasado, porque cuando llegué a Cristo, Él me hizo una nueva criatura que ya no vive en oscuridad, ahora vivo en la luz”. Jesús pagó por todos nuestros pecados, los echó a lo más profundo del mar y se olvidó de ellos por completo. Mira sus llagas, mira las marcas de los látigos en Su espalda, mira la cruz, Él ya pagó por nosotros. Fue condenado por ti y por mí para liberarnos del juicio y condenación para que lo adoremos con libertad, por Su amor y misericordia, por darnos vestiduras nuevas, por limpiarnos y por hacernos nuevos en Él.
¡Esto me llena de emoción! Identifica esos pensamientos que te recuerdan el pasado y cámbialos por tu presente en Cristo. Recuerda siempre que eres santificado, justo, perdonado y libre por Él.
¡No hay condenación para los que estamos en Cristo Jesús! “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de Él la ley del espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:1-2).
About this Plan
Existen áreas en las que aun siendo cristiana, estaba presa, pero el Espíritu Santo fue mostrándome citas que me llevaron a experimentar la verdadera libertad en Cristo. Esa verdad nos hace libres, pero no siempre la aplicamos en nuestras vidas. En estos 5 días de lectura, mi oración es que Jesús rompa cada cadena en lo emocional, espiritual y físico de tu vida, y te haga verdaderamente libre.
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